La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha considerado probados cinco de los seis delitos que se le imputaban a Michael Robson Salmon, conocido como "Doctor Mike", para el que ha dispuesto una pena de cuatro años de prisión por cuatro delitos distintos de abusos, además de nueve meses de multa, con una cuota diaria de seis euros, por intrusismo profesional.
Eso es lo que establece la sentencia emitida este lunes, 30 de octubre, que rebaja sustancialmente la pena que pedía el Ministerio Fiscal, que elevó de cuatro a ocho años su solicitud de prisión para el Doctor Mike, tras escuchar durante el juicio el testimonio de una de las víctimas, al considerar que en ese caso se trababa de un abuso agravado por haber existido penetración.
Finalmente, ésta solicitud no ha sido tenida en cuenta, ni tampoco la denuncia de una de las cinco pacientes que iniciaron acciones legales contra Michael Robson, ya que se tenía su declaración previa, pero no acudió al juicio y por tanto no se pudo escuchar su testimonio. Sin embargo, en el caso de otras tres de las denunciantes, la Audiencia Provincial ha aumentado incluso la pena solicitada por el Fiscal, que para esos tres casos no reclamaba prisión, sino multas.
"Tomando en consideración (...) la situación expuesta en la que se producen los abusos y el consiguiente carácter especialmente vejatorio de los mismos, procede la imposición de la pena de prisión y, en concreto, la de un año por cada uno de los cuatro delitos de abusos sexuales por los que se acusa a Michael Robson, con la accesoria legal (art 56 CP) de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena", sostiene la sentencia.
Entre otras cosas, el Tribunal considera que "han quedado acreditados los tocamientos efectuados por el acusado en zonas íntimas de las testigos Sally, Susana y Dionna, con la única finalidad de satisfacer los deseos sexuales de aquél, es decir, sin ninguna finalidad terapéutica. Asimismo, de la testifical de las referidas señoras, queda acreditado que las mismas no consintieron tales tocamientos, puesto que acudieron a la consulta del acusado a fin de recibir un masaje de reflexoterapia, no volviendo nunca más a dicha consulta después de los hechos objeto de enjuiciamiento".
Respecto a la defensa de Michael Robson, que sostenía que la denuncia respondía a una "venganza" de sus antiguas pacientes, la sentencia subraya que "no cabe dudar" de sus testimonios, "puesto que las testigos se mostraron convincentes ante el Tribunal, no incurriendo en contradicciones con lo declarado en la fase de instrucción. Y el hecho de que todas coincidieran posteriormente y decidieran interponer la denuncia que dio origen a esta causa, no puede ser tomado en su contra, pues todas ellas vivían en la misma zona, y fue precisamente el hecho de conocer que a otras mujeres les había ocurrido lo mismo que a cada una de ellas, lo que les animó a denunciar, sin que esta circunstancia vicie en modo alguno su testimonio".