El padre de la menor teme por la integridad de su hija, que en la actualidad tiene tres años de edad ya que según explica "la madre tiene problemas mentales" e "intentó suicidarse en varias ocasiones durante el embarazo". Asimismo, está muy preocupado porque la menor es alérgica a la lactosa y cree que en estos momentos no está tomando el preparado ofrecido por la Seguridad Social porque la niña está registrada a su nombre y no tiene constancia de ello.
Por otro lado, según reseña una de las denuncias, la madre "padece habitualmente pérdida de memoria y tiene problemas para el cuidado de la higiene", lo que agrava la sensación de incertidumbre del progenitor, que a sus 33 años ya ha sufrido tres infartos en un mes, según sostiene, debido al estado de "estrés e incertidumbre" con el que vive la búsqueda.
Un periplo de huidas
Adrián Alfonso Martín lleva dos años y medio tras la pista de su hija. Tras ser consciente de que la madre se había ido con la niña "para no volver", Adrián se dirigió a la Guardia Civil y puso una denuncia por su desaparición. Según explica, "la jueza archivó el caso alegando falta de pruebas", aunque la denuncia contenía los datos de la dirección de los padres de ella en Francia, (el lugar donde supuestamente se iban de vacaciones), los datos de la menor y de la madre con números de teléfono. Aún así realizó una nueva denuncia, esta vez por secuestro y recurrió el archivo de la primera denuncia, pero la jueza que lleva el caso volvió a archivarlas.
Tras dos años y medio de búsqueda infructuosa, Adrián explica que gracias a la ayuda de su abogada, Josefina Navarrete, ha conseguido que se admitan a trámite las denuncias y que se expida una orden de búsqueda para la pequeña, aunque hasta el momento no ha obtenido ninguna solución.
Supuestas irregularidades
El padre de la pequeña, que ha llegado a concretar a varios detectives privados para que sigan la pista de su hija, denuncia varias irregularidades en el caso. Y es que según sus investigaciones, la niña ha viajado a Francia, Inglaterra, Almería y Canarias sin que ningún cuerpo de seguridad del Estado la detuviese. Así, denuncia públicamente que no haya habido comunicación ni con la Europol, ni INTERPOL, ni con el Grupo de Secuestro de Menores del Estado.
Ahora, ha decidido hacer público su caso en busca de soluciones, y apelando también a la colaboración ciudadana para dar con el paradero de una niña que no ve desde hace más de dos años.