La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a 19 años de prisión a Kumar Parmeshowar Aswani como autor criminalmente responsable de un delito de asesinato, con atenuante de confesión, y por un delito de robo con fuerza. El fallo considera probado que el condenado, que está en prisión provisional por esta causa desde el 21 de agosto de 2009, asestó al menos 70 puñaladas a Vinjay Chandru, al que robó más de 14.100 euros. El condenado tendrá que pagar 90.000 euros a la madre de la víctima como indemnización.
La sentencia considera probado que Kumar Parmeshowar Aswani, que no tenía antecedentes penales, fue a recoger a su víctima a un hotel de Playa Blanca el 20 de agosto de 2009 sobre las 20.00 horas. Había acordado previamente con él un encuentro con la finalidad de realizar una transacción comercial de compra venta de oro, según el fallo. Así, el condenado iba a poner en contacto a Vijay Chandru con una persona que estaba interesada en venderle oro. La víctima en ese momento llevaba 60.000 euros en efectivo para realizar esta transacción.
Kumar Parmeshowar se dirigió en un coche junto a Vijay Chandru a Arrecife, concretamente a la zona portuaria. Así, estacionó el vehículo en la calle Océano Antártico sobre las 21.40 horas. "En el interior del vehículo y con la finalidad de apoderarse del dinero que Vijay Chandru portaba en efectivo, utilizando para ello la violencia física, le agredió con una navaja y con la intención de acabar con su vida le asestó al menos un total de 71 puñaladas", según el fallo judicial.
"Aumentando el dolor" de la víctima
"Le causó la muerte por shock hipovolémico al seccionar la vena cava superior una de dichas puñaladas, habiendo actuado el acusado con el propósito de aumentar el dolor y sufrimiento de la víctima, consciente de que no todas las referidas puñaladas eran necesarias para la consecución de la muerte", se afirma en la sentencia, en la que también se señala que tantas puñaladas "revelan una indudable intención de acabar con la vida de la víctima". Por ello, la sentencia considera probado este delito de asesinato, porque se ha "aumentado deliberada e inhumanamente el dolor" de la víctima.
Los forenses explicaron cómo existían heridas de distintas profundidades, repartidas por todo el cuerpo. Manifestaron incluso que "se cansaron de contar heridas cuando iban por 70". "Existen heridas en la cara, algunas superficiales, así como en el abdomen y tórax, que causan un gran dolor al no traspasar más allá de la masa muscular. Son absolutamente innecesarias para causar la muerte, heridas infligidas solamente para aumentar el sufrimiento de la víctima", afirmaron los forenses.
Tras cometer este delito de asesinato, el procesado sacó el cuerpo sin vida de la víctima del vehículo, registró el cadáver y sus efectos, "apoderándose de 14.130 euros en efectivo, que se encontraban en una cartera que portaba Vijay". Posteriormente, abandonó el lugar de los hechos en un vehículo.
En la sentencia se asegura también que Kumar Parmeshowar llamó a una mujer a las 22.21 horas y acordó verse con ella en una cafetería de Arrecife. Allí, el condenado le entregó a la mujer un bolso que contenía, entre otros enseres, 14.130 euros "manchados de sangre". El procesado le dijo que se lo entregara a su hermano.
Tras este encuentro, Kumar Parmeshowar se presentó en la Comisaría de la Policía Nacional en Arrecife sobre las 23.14 horas y comunicó a los agentes: "Creo que he matado a un amigo". La mujer con la que había quedado en la cafetería también acudió a comisaría y entregó el dinero.
Precisamente, en la sentencia se hace especial hincapié en el dinero que se apropió Kumar Parmeshowar registrando el cadáver de la víctima. "Es cierto que el acusado ha negado que su intención fuera el robo, pero todas las pruebas evidencian lo contrario. El único motivo de haber concertado la cita con la víctima era el de apoderarse del dinero que portaría para la compra del oro", afirma el fallo judicial.
Rechazada la legítima defensa
Por todo ello, Kumar Parmeshowar ha sido condenado a 19 años de prisión (15 años por un delito de asesinato y cuatro por un delito de robo con fuerza) y a indemnizar a la madre de la víctima con 90.000 euros. La Fiscalía pedía para el acusado 21 años y 6 meses de cárcel por asesinato y cuatro años y seis meses por el robo.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por el abogado Francisco Torres Stinga, solicitaba 25 años de prisión por un delito de asesinato, así como una indemnización de 360.000 euros para la madre de la víctima y más de 50.000 euros a cada uno de los hermanos de Vijay Chandru. La defensa, por el contrario, calificó los hechos como delito de homicidio. Incluso, alegó la legítima defensa, algo que la sentencia "desde luego" que ha rechazado. "Estimamos que no es compatible obrar en legítima defensa, con el hecho de asestar más de 70 puñaladas", concluye el fallo.
Para la Audiencia Provincial tampoco concurre en este caso "el arrebato o obcecación, ni desde luego el trastorno mental transitorio, circunstancias éstas que si bien se recogen en el escrito de defensa, no fueron objeto de mención en el informe de la defensa. "No se ha probado adecuadamente la existencia de estímulos potencialmente capaces de producir las anomalías psíquicas alegadas", sentencia el fallo.
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