Sucesos

Atrapados en Lanzarote

[El barco de Trasmediterránea deja en tierra a un centenar de personas que debían partir hacia Cádiz->17014]

Atrapados en Lanzarote

Han pasado la noche en las instalaciones del Puerto de los Mármoles, después de que el barco que tenía que trasladarles hasta Cádiz no atracara en el puerto en la tarde de este lunes y de que la naviera se desentendiera de su situación. Permanecer allí también ha sido para ellos un modo de resistencia para exigir soluciones. La intervención del Cabildo, la disposición de la Autoridad Portuaria que dejó las instalaciones abiertas y la ayuda de Cruz Roja dieron el primer aliento a los afectados, que ahora esperan valorar las alternativas para volver a la península lo antes posible.

Los 52 pasajeros del centenar de personas que se quedaron plantados y sin alternativa este lunes, la mayoría de ellos procedentes de Fuerteventura y con la casa a cuestas porque se disponían a realizar la mudanza, han comenzado el día dispuestos a exigir responsabilidades a la compañía. Durante la mañana se han desplazado hasta el Cabildo donde han puesto una reclamación individual ante Consumo con el fin de se intervenga en la actuación de la compañía, que cerraba sus puertas después del incidente sin ofrecer alternativas a los pasajeros.

Este martes, gracias a la petición del Cabildo, la compañía ha puesto sobre la mesa una propuesta, según los pasajeros. Ofrece trasladar a los afectados Tenerife este miércoles y costearles la estancia en la isla para que el jueves por la mañana puedan tomar un barco hacia la península. Los afectados han recibido la propuesta "como una medida razonables" y está previsto que pasen la noche en el Albergue de La Santa, Tinajo, que ha ofrecido la Primera Institución, pero insisten en los perjuicios que han sufrido a causa del desinterés de la empresa.

A última hora de la tarde de este lunes, el consejero de Servicios Sociales, Joaquín Caraballo, llegaba al Puerto de los Mármoles para ofrecer las primeras soluciones. Desde el Puerto gestionó la estancia de una mujer embarazada y una chica con un niño de 21 meses en el Hotel Diamar de Arrecife. El resto se quedaba en el local de la naviera y el Cabildo proporcionó un bocadillo, y concertó el desayuno con el restaurante La Estrella, situado junto al muelle.

Cruz Roja desplazó hasta el lugar un equipo de cinco personas - coordinador, enfermero y 3 socorristas - y facilitó mantas, kits de higiene y agua a las personas que se quedaron.

Tarde desesperada

Ángela vivió la tarde de este lunes como la "situación más angustiosa de toda su vida". No sólo por lo ocurrido en sí sino porque está sola con su hijo de 21 meses lo que, según la joven, "dramatiza" la situación. "Íbamos a Huelva donde está su padre y nos estábamos mudando. Tengo todo en el coche, incluso a mi perro, y apenas tengo dinero para pasar unos días", comentaba desencajada.

Es el caso de una mayoría de pasajeros. Han vendido sus casas o han abandonado sus viviendas de alquiler. Hay quien asegura que tan sólo cuenta con el dinero justo de la fianza, y otros habían invertido más de mil euros en los pasajes. Todos se vieron en la tarde del lunes, sin alternativa para pasar la noche, y sin saber qué va a ocurrir en los próximos días, cuando además algunos tenían previsto visitas a familiares enfermos o entrevistas para nuevos empleos en la península.

Según la versión de la compañía, el barco no pudo atracar por el mal estado de la mar, algo que no creen muchos de los gallegos que habían comprado su pasaje. Aseguran que si la naviera hubiera esperado hubiera podido atracar.

Los pasajeros se quejan sobre todo por la respuesta de la compañía, que tan sólo puso a su disposición unos impresos de reclamación de la empresa, mientras los afectados exigían las hojas de reclamaciones oficiales. La empresa alegó no tener suficientes y el ambiente se fue caldeando.

Durante la tarde del lunes hasta seis coches de la Policía Nacional se colocaron frente a las instalaciones de la naviera, antes incluso de que la compañía avisara a los pasajeros de que el barco se estaba dirigiendo hacia a Cádiz, lo que indignó aún más a los pasajeros, que sin saber todavía cuándo podrán volver a la península, insisten en que hay daños y perjuicios que son irreparables.