El Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria ha llevado a cabo una operación conjunta con la Policía Nacional y la Guardia Civil en la que han interceptado alrededor de 900 kilogramos de cocaína cerca de Canarias. Los servicios españoles recibieron información de inteligencia de los servicios de la National Crime Agency (NCA) británica y la DEA, canalizada a través del Centro de Análisis contra el Narcotráfico Marítimo en el Atlántico y del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado.
Tras el análisis realizado por los servicios policiales y aduaneros españoles, activaron el buque Fulmar de Vigilancia Aduanera para tratar de localizar e intervenir la embarcación, que presumiblemente transportaba una importante cantidad de cocaína hacia España.
La tripulación del Fulmar, en la madrugada del sábado 22, localizó la semirrígida, que al verse descubierta inició la huida, con "una importante cantidad de fardos" de los utilizados habitualmente para el tráfico de cocaína.
La persecución, en condiciones meteorológicas complicadas, se prolongó durante más de seis horas, pero finalmente se logró frustrar el intento de alijo. Según la nota emitida por la Guardia Civil este miércoles, la tripulación de la narcolancha arrojó la carga, un total de 30 fargos con cerca de 900 kilos de cocaína, que fueron recuperados por los funcionarios del SVA.
La persecución cesó después de arrojar la mercancía al mar. En ese instante la narcolancha se dirigió rumbo a La Palma, donde al día siguiente apareció una lancha abandonada en una playa de Tazacorte. La Guardia Civil señala que, "casi con toda seguridad, correspondía a la que huyó después de ser perseguida por el Buque de Operaciones Especiales".
Todos estos hechos han sido puestos en conocimiento de la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional, que ha remitido al Juzgado de Guardia las actuaciones para continuar las investigaciones, tomar declaración a los tripulantes del semisumergible y tratar de identificar a los de la semirrígida.
El éxito de este tipo de actuaciones es fruto del trabajo de colaboración entre varios organismos europeos y nacionales (MAOC, CITCO) y los diferentes cuerpos policiales y aduaneros españoles, así como, en este caso, de la cooperación de la DEA y la NCA.
Nave semisumergible
Tres días después, funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en una operación conjunta con Policía Nacional y Guardia Civil, han llevado a cabo la interceptación de un semisumergible que se dirigía a las costas de la Península. La operación, llevada a cabo por el buque Fulmar, ha concluido con la detención de los cuatro tripulantes del artefacto, de nacionalidad colombiana, que fueron rescatados tras hundir la embarcación a 280 millas al oeste de la costa de Cádiz, ante el acercamiento del ‘Fulmar’.
El buque de Vigilancia Aduanera ya iba cargado con la droga incautada en el otro operativo. Los investigadores apuntan que la nave presenta unas características similares a las de otras ‘narcoembarcaciones’ localizadas en operaciones anteriores, y por el lugar de la intervención, así como el modo de actuar de la tripulación detenida, se presume que transportaba cocaína a bordo.
El operativo se inicia el pasado día 24, cuando se recibe información de la Drug Enforcement Administration (DEA) de EEUU, que indica un posible punto de trasbordo entre un objetivo desconocido y una embarcación presumiblemente semirrígida en una zona donde el Servicio de Vigilancia Aduanera ya mantenía vigilancia intensificada mediante medios satelitales y hacia donde ya estaba navegando el ‘Fulmar’ para optimizar la travesía de regreso a puerto.
En la mañana del día 25, a unas 280 millas al oeste de Cádiz, el Buque de Operaciones Especiales localiza por su proa un semisumergible de 20 metros de eslora, similar a los ya localizados en la ría de Aldán en 2019 y en la ría de Arousa en 2023.
La tripulación del artefacto, en el momento en que perciben la cercanía del buque, abren los grifos de fondo y salen a la superficie para ponerse a salvo. El semisumergible se inunda en minutos y se hunde con su carga al fondo del mar. Los cuatro tripulantes colombianos son rescatados y detenidos por la tripulación del ‘Fulmar’.