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La tumba del bebé Alhassane Bangoura continúa sin nombre cuatro años después en Lanzarote

El periódico británico 'The Guardian' rescata su historia en un proyecto que recoge los más de 1.000 nichos de migrantes sin nombre alrededor de las fronteras europeas

Las tumbas sin nombre del bebé Alhassane Bangoura en el Cementerio de Teguise. Fotos: José Luis Carrasco.

El cementerio de Teguise alberga la tumba sin nombre del pequeño Alhassane Bangoura, un bebé que nació y murió en una patera rumbo a Lanzarote hace ya cuatro años. 

Su madre dio a luz en la patera, con el motor roto y a la deriva en mitad del Atlántico. Era el 8 de enero de 2020, cuando la embarcación precaria en la que este recién nacido y su madre viajaban fue interceptada a 15 millas de Arrecife tras tres días perdida en el mar.

Al ser rescatado, el pequeño Alhassane Bangoura fue trasladado en ambulancia al hospital, pero los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Ese mismo día, su madre también fue trasladada al hospital después de haber sufrido un duro parto. 

La historia de su corta vida y su muerte ha sido ahora rescatada por el periódico británico The Guardian en un proyecto que recoge las más de 1.000 tumbas sin nombre que se esconden en las rutas migratorias de la Unión Europea. 

En esa misma patera viajaban otras diez mujeres, otra de ellas embarazada. Esta segunda mujer encinta sufrió un aborto cuando llegó al hospital. 
 

Desde entonces, los restos del pequeño Alhassane Bangoura permanecen enterrados en el municipio de Teguise, sin una inscripción oficial con su nombre, solo una pequeña piedra con él grabado. Junto a ella, descansa la figura de un ángel y dos ramos de flores de plástico. 

El espacio escogido para albergar la pequeña tumba de Alhassane Bangoura fue la zona mulsulmana del camposanto de Teguise. Su madre no pudo acudir a su entierro, porque para entonces ya había sido trasladada a un centro en Gran Canaria.

A pesar de que la tumba continúa sin tener, cuatro años después, una inscripción oficial, su madre se encargó de pintar sobre piedra el nombre de su pequeño, con el mensaje: "Te echaré mucho de menos mi bebé. Te quiero".