María Deiva y su hijo podrán quedarse finalmente en su vivienda de la calle Cherne de Playa Blanca. Su desahucio, que estaba previsto para este lunes a las 11.00 horas ha quedado finalmente suspendido. Así lo han manifestado desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Lanzarote, que han recalcado que ahora tienen una "larga lucha" por delante para conseguir que el banco Santander condone la deuda a María para que "quede limpia" y "tenga una segunda oportunidad".
Deiva se había acercado al juzgado de instrucción número 1 de Arrecife el pasado 1 de abril, después de que el abogado de la entidad bancaria les dijera a ella y los miembros de la PAH que iba a presentar un escrito solicitando que no se ejecutase su desalojo. La afectada quería saber si la juez había accedido a suspenderlo, pero, según la PAH, la funcionaria se negó a decírselo. "Nosotros estábamos aquí para parar el desahucio porque la secretaria dijo que iba a venir. Hoy volvimos a insistir al abogado en que o nos enviaba la comunicación conforme la juez aceptaba paralizar el desahucio o nosotros no nos podíamos mover de aquí, porque podían aparecer en cualquier momento. Y ha llegado esa comunicación de que se suspende", exponen desde la PAH.
María Deiva tiene una deuda con el banco Santander de 33.500 euros. Con esta suspensión, señalan desde la Plataforma, "no hay nueva fecha" para el desalojo, "simplemente se suspende". Eso les permitirá negociar ahora con el banco "para que ella pueda quedar limpia, quedar sin deuda". "Es la lucha constante, se presentan escritos, el banco responde, se vuelve a responder…", añaden.
La deuda, en manos de un fondo buitre
La situación, sin embargo, se complica, ya que el Santander decidió vender la deuda de Deiva a un "fondo buitre". "El banco tenía mucho interés en que ella abandonara la casa y finalmente descubrimos que ese interés era porque le habían vendido la deuda al fondo buitre", exponen desde la PAH.
El objetivo de Deiva y de la Plataforma es "conseguir que el banco se responsabilice". "Tú no puedes negociar, comerciar con personas de esa manera, vendiendo su futuro. El banco tiene que recuperar esa deuda y negociar con la afectada", sostiene Cristina Cividane.
Según relatan, el banco Santander vendió esa deuda "por una parte ínfima" de la misma. "Tenían que haber negociado con la afectada y ofrecerle como mínimo que ella pudiese afrontar la misma cantidad por la que iba a ser vendido al fondo buitre", defienden. Esa venta, no obstante, no es irreversible. Desde la PAH abogan por que el Santander "rescate esa deuda" y "negocie" con Deiva, porque "eso tiene una responsabilidad social".
La afectada tiene a su cargo a un hijo menor de edad y a su nieta, después de que su hijo mayor tuviese que volverse a Colombia. "Se enfermó mucho por las deudas, se le cayó el pelo, el estómago… y ahora tengo que ayudarlo porque él está enfermo y él tiene su mujer y la niña", relata la propia Deiva.
Desde la Plataforma, corroboran los efectos que esa situación de tensión ha causado en Deiva y su familia. "Deiva lleva en su bagaje un sufrimiento tan intenso que es difícil de transmitir en palabras. Tienen secuelas físicas de tanto sufrimiento tanto ella como su hijo. El derecho del banco de lucro nunca puede ser equiparable al derecho a la vida. Tienen que entender que tienen que hacer negocio limpio y no especular con las vidas".