El director de la Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote, Héctor Fernández, ha desvelado que desde la entidad “tiraron de las orejas” a la compañía Vueling por el trato que dio a los pasajeros del vuelo cancelado el pasado 30 de julio. Y es que además de pasar horas en el aeropuerto, hasta que ya de noche les enviaron a un hotel, al día siguiente les hicieron cambiar de alojamiento, tras una nueva mañana de incertidumbre.
Al respecto, Fernández ha señalado que lo ocurrido es consecuencia de que la isla “trabaja al límite”, y una situación como ésta, con una ocupación hotelera muy alta, genera un problema grave para los turistas afectados.
“Una cancelación o retraso, y la superación de horas de la tripulación, impide salir y te obliga a reubicar a pasajeros con ocupaciones altísimas”, señala el responsable de la SPEL, que asegura que en ese momento trató, junto a la empresa de handling, de buscar un alojamiento para los afectados.
“Las plazas que había en hoteles estaban muy desperdigadas, y a precios muy elevados que Vueling no autorizó, por lo que tuvimos que tirarles de la oreja”, explica Fernández.
La situación generó críticas de los pasajeros, que en algunos casos tardaron varios días en poder salir de la isla y estuvieron pasando “de hotel en hotel”, hasta que la compañía los reubicó en otros vuelos.
Héctor Fernández subraya que episodios como éste pueden afectar a la imagen de la isla de cara al turismo, por lo que sostiene que tienen que “minimizar los daños ocasionados”.
“Hemos tenido que hablar con Vueling, porque mantenemos acuerdos con ellos muy importantes. Ellos me comentan que con tanto volumen y las operaciones diarias de miles de vuelos que tienen, puede ocurrir algo como esto”, concluye, insistiendo en que es necesario reducir esos perjuicios.