Imágenes: Sergio Betancort
Gente que duerme en coches abandonados, familias con niños que no tienen para comer y personas que se han visto en la ruina al perder su trabajo en esta época de crisis. Ésta es la realidad que día a día ve pasar ante sus ojos la presidenta de la ONG Calor y Café, Sor Ana. Una situación que cree que cada vez "va a peor" y ante la cual considera que las instituciones "deberían hacer más" para "poner remedio".
La realidad de los comedores sociales, según Sor Ana, ha cambiado. Y es que, frente a hace unos años, donde en su mayoría las personas que acudían "eran toxicómanos", ahora esta cifra se ha visto superada en época de crisis, por las personas que acuden en busca de ayuda "al haber perdido su trabajo". Incluso, simplemente, por "gente mayor que no ha cotizado el tiempo suficiente para poder cobrar y, aunque tienen donde vivir, no tienen dinero para poder comer". "Yo creo que cada vez estamos yendo a peor. Nosotros tenemos mucha más gente pidiendo ahora que a principios de año", asegura Sor Ana.
Este hecho está provocando un "desbordamiento" para la propia ONG. Y es que, cada día, cerca de 50 personas acuden al nuevo comedor social de Calor y Café, situado en Puerto Naos. A ello, hay que sumar además las cerca de 70 familias a las que se les proporciona también alimentos. "A las familias hemos optado por pedirles papeles, porque es algo que ya se nos escapa de las mano", afirma Sor Ana.
A juicio de la presidenta de Calor y Café, las instituciones "deberían hacer más" por "intentar arreglar esta situación" y, sobre todo, por darle "ayuda a quien de verdad lo necesita". Y es que ella misma reconoce que con el cambio de ubicación del comedor social, antes situado cerca del Hospital Insular, "hay gente que ha dejado de acudir, probablemente porque la necesidad que tenían no era tanta".
Gestionar los recursos
En este sentido, Sor Ana cree que es necesario que desde las instituciones "se salga más a la calle" y se "trabaje menos en el despacho", para "gestionar las cosas de otra manera" y realizar "estudios" en este sentido, que permitan "poner remedio" a esta situación. "Yo entiendo que no hay dinero pero el poco que hay, hay que gastarlo en cosas necesarias.Si tú en tu casa no tienes para comer carne, te comes una lata de sardinas y te adaptas a lo que tienes. Y yo creo que desde el Ayuntamiento y desde el Cabildo tienen que administrar según las posibilidades que hay", afirma.
La propia Sor Ana se ve "impresionada" con algunas iniciativas que se llevan a cabo desde las instituciones lanzaroteñas, como es el concierto de Alejandro Sanz, dentro de las fiestas de San Ginés, con el que el alcalde arrecifeño, Cándido Reguera, pretende generar empleo y ayudar a las ONG's de la isla. Un proyecto que Sor Ana califica de "absurdo". "Si todas las iniciativas son como esa, mejor que se estén quietos", ha precisado.
Y es que, la presidenta de Calor y Café no entiende cómo con este concierto el Ayuntamiento de Arrecife pretende generar empleo ni como piensan ayudar a las ONG. "No entiendo que por montar el escenario, durante dos o tres días, eso sea generar empleo. ¿Y los 400.000 euros que cuesta? Al final tendremos que ayudar todos a pagar al pobre Alejandro", afirma Sor Ana, quien considera que desde las instituciones deberían de "buscar otros remedios más positivos". "Ni siquiera se trata de dar 420 euros de ayuda a los desempleados y generar una sociedad de vagos y acomodados, sino de hacer algo de verdad con ese dinero", defiende.
En este sentido, considera más positivo iniciativas como los acuerdos adoptados por el Cabildo, el Servicio Canario de Empleo y Gesplán, que han dado trabajo a personas paradas de la isla, pero cree que "hacen falta más". "A algunas personas que venían a comer aquí asiduamente los llamaron para trabajar en el programa este de Gesplán. Los pobres dicen que ya se les va a acabar el contrato y que no tienen derecho a paro pero, por lo menos, durante seis meses han trabajado y han tenido de que vivir", señala.
Aún así, dentro de todo este panorama negativo que dibuja Sor Ana, queda una luz de positivismo. Y es que, la presidenta de Calor y Café cree que, aún así, la crisis nos puede venir bien para situarnos y darnos cuenta de lo que realmente merece la pena. "Llevábamos un ritmo de vida en el que parecía que nada tenía valor, que todo era de usar y tirar. Hay que darse cuenta de que no somos ricos y de que las cosas pueden cambiar de un momento a otro. Lo malo es que, desgraciadamente, esta crisis va a dejar a mucha gente tirada y muy mal", sentencia Sor Ana.
Un sueño hecho realidad
El nuevo comedor social de Calor y Café ha permitido dar cabida y ayuda a un mayor número de gente. Y es que, aunque la ONG contaba antes con una sede en la calle Juan de Quesada, cerca del Hospital Insular de Arrecife, se trataba de un local bastante pequeño. Además, ahora disponen de un servicio de lavandería y varias duchas. "Este nuevo edificio nos ha permitido una mayor comodidad. La gente tiene donde sentarse sin tropezarse con el otro", relata Sor Ana.
Este nuevo edificio, situado en una nave de Puerto Naos, abrió sus puertas el pasado 29 de mayo. Empresas y particulares aportaron su granito de arena, aportando materiales y realizando diversas obras, para que el local fuera una realidad. Un edificio, que fue cedido por el Ayuntamiento de Arrecife a Calor y Café. "Gracias a esa ayuda, hemos podido hacerlo, porque la asociación no podría, no cuenta con recursos para esto", señala Sor Ana. "Es un sueño hecho realidad", indica.