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La ruta de los belenes o cómo descubrir Lanzarote a través de la Navidad

En la isla es tradición que cada uno de los municipios se represente a sí mismo dentro del portal

Nerea de Ara

Belén de Tías 2022

Los portales de belén se han convertido, alrededor de todo el mundo, en uno de los elementos clave de la Navidad. Desde que en 1223 San Francisco de Asís hiciera una primera representación en una cueva próxima a la ermita de Greccio, en Italia, del nacimiento de Jesucristo, esta acción se ha convertido en una tradición que ha ido adquiriendo peculiaridades propias dependiendo del lugar.

En Provenza, al sur de Francia, los belenes incluyen centenares de figuras que representan todos los oficios y profesiones tradicionales de la región; en Cataluña, se incluye el "caganer", que representa a un campesino defecando como referencia a los cultos agrarios relacionados con la fertilidad del campo; y en zonas de Latinoamérica y Canarias, la figura del Niño Jesús se coloca siempre tras la llegada de la Navidad, una vez que "ha nacido".

También en el archipiélago canario se pueden encontrar múltiples formas de realizar esta evocación del nacimiento, que van desde representaciones vivientes hasta hechas con arena.

En el caso concreto de Lanzarote, la isla, desde hace muchos años, ha adoptado la técnica de realizar belenes de grandes superficies donde cada municipio se representa a sí mismo, recreando los paisajes y edificios de cada uno de ellos y acompañándolos, en algunos casos, de recreaciones de modos de vida tradicionales conejeros o cultivos propios del territorio.

 

Tías, cada vez más grande

En el municipio de Tías, tanto el portal principal como el situado en el núcleo de Puerto del Carmen son confeccionados, desde hace dieciocho años, por el trabajador del ayuntamiento local Luis Acuña.

Junto al personal de Vías y Obras y algunos voluntarios, Acuña lleva todo este tiempo "dando a conocer la localidad y divulgando sus peculiaridades" a través de sus maquetas, que suman un total de 25 más los personajes.

"De pequeño hacía el belén de mi casa junto a mi familia, y al crecer, como también hago el escenario del Carnaval de Puerto del Carmen, el consistorio me propuso encargarme de esta representación navideña", recuerda el creador.

El artista indica que la parte más complicada del belenismo es el esfuerzo que lleva consigo: "No es solo pensar en una novedad cada año para hacerlo atractivo, sino repasar las maquetas que se han podido estropear con el paso del tiempo o la humedad de la lluvia, pensar en cómo añadir el agua, las luces...". Sin embargo, todo ese trabajo se ve recompensado "cuando la gente lo visita y disfruta".

En este 2022, el belén de Tías -ubicado en la plaza de la Iglesia de San Antonio- tiene la particularidad de ser un poco más grande que el de 2021, hecho que se viene realizando desde hace algunas navidades, con el objetivo de que, cada vez, tenga un mayor tamaño.

 

San Bartolomé, la "sencillez" por bandera

En el caso de San Bartolomé, desde 2007 el artista César Corujo es el encargado de representar "su sitio": "Cada año realizo el diseño y lo llevo a la realidad con ayuda de mi equipo".

El también creador artístico del ayuntamiento local, explica que este belén se caracteriza por su "sencillez", a través de la que "se hacen reproducciones del paisajismo de la isla y réplicas de casas emblemáticas". Además, desde el año pasado, incluye también una miniatura del Monumento al Campesino.

Como novedad, este 2022 se ha añadido una versión "inventada" del pesebre, una fuente y la Casa Ajei.

Al igual que su homólogo en Tías, Acuña refrenda que la parte más difícil de ser belenista se encuentra en "tener que ir a contrarreloj": "Cada año hacemos la representación de forma distinta, vas innovando, haciendo cosas nuevas, cambiando de sitio otras... Disfruto mucho haciéndolo, pero se complica debido al poco tiempo de margen con el que contamos".

 

Una tradición arraigada

Pese a las dificultades, el artista de San Bartolomé también destaca el disfrute de la gente al realizar la tradicional ruta de los belenes conejera.

"Esta costumbre se va a seguir manteniendo muchos años más porque tanto las instituciones como los vecinos están muy implicados. En todo el territorio nacional en general, no solo en Canarias, está muy arraigada, por lo que creo que va a durar mucho tiempo más", defiende Corujo.

Por su parte, Acuña coincide, exponiendo que, en cada nueva ocasión, "tenemos la suerte de ver las plazas llenas durante las inauguraciones de cada municipio, hecho que se mantiene también durante toda la Navidad".