"Tenemos acceso a internet y a mucha información, pero brutalmente como nunca, a la desinformación", arranca la periodista e historiadora de arte Anatxu Zabalbeascoa durante una entrevista con La Voz. "Somos más manipulables que nunca precisamente por toda esta cantidad de información", continúa al otro lado del teléfono.
Con más de 30 años de trayectoria ligada a uno de los medios referentes de España, El País, escribe sobre arquitectura y diseño y reflexiona sobre la evolución de la sociedad y de su forma de relacionarse con el entorno. Además, es autora de varios libros. En el marco de su trabajo, Zabalbeascoa ofreció el pasado jueves una conferencia en la Fundación César Manrique, titulada Reconquista y renaturalización del espacio público.
"Parece ser que estamos más conectados y estamos más desconectados que nunca, porque giramos en torno a nosotros y es bastante peligroso", alerta. Las inundaciones en Valencia tras el paso de una DANA han dejado sobre la mesa diferentes análisis: la gestión política, el poder de los bulos, las consecuencias del cambio climático y el interrogante de cómo prepararnos para afrontarlo mejor.
Sobre las inundaciones de Valencia, la información que se está dando al minuto sobre lo que está ocurriendo, se está dando desde puntos de vista casi opuestos. Tenemos la información, pero no la legitimidad de las fuentes, no las personas o entidades que se responsabilicen de esa información", expone la periodista.
"A veces es mucho más rápida la difusión de un bulo, que de la información. Impresiona más, porque la verdad es compleja y la mentira con ser efectista, llega", continúa Anatxu Zabalbeascoa.
Los bulos, las redes sociales y la polarización
La lucha para mitigar los efectos del cambio climático se topa de frente con una sociedad radicalizada en la que crecen las posturas negacionistas y las teorías conspiranoicas. Para la también escritora la poralización de la sociedad "hace que nos perdamos la mitad de las cosas". E invita a intentar conocer la posición de la otra persona, aunque sea apuesta. "A mí me puede parecer Trump lo que me parece, pero voy a escuchar lo que propone, a observar lo que hace, a atender a las consecuencias e intentar entender por qué le votan", ejemplifica. "Vemos cómo granjeros votan a negacionistas del cambio climático. Un perfil como el de Trump esconde detrás muchas políticas en contra de de la lucha contra el cambio climático. Todo va va más allá del discurso fácil, de los cuatro lemas que les llevan a hacer elegidos como presidente".
En el trazado de una nueva forma de vivir con la naturaleza, Zabalbeascoa expone el papel de la política. "Hemos perdido la fe en los políticos porque antes había políticos con ideología y bien formados y ahora no sabría decirte cuántos tienen una ideología", se cuestiona. En este punto, expresa la apuesta de las instituciones por las grandes obras. "Las grandes obras suelen ser la vía más fácil para los negocios poco claros, las grandes obras o las grandes necesidades y esto es muy duro", reflexiona.
"Pensábamos que la pandemia podía ser una escuela y lo que ha sido es un espejo de la sociedad en la que vivimos. Es verdad esto que dicen en Valencia, el pueblo salva el pueblo, es verdad que hay solidaridad para muchas cosas, pero como periodista, sabes que la noticia es siempre la excepción".
A ello se suma el descredito hacia los medios de comunicación. "Es el momento de hacer crítica del lado de la prensa, que en muchos grados ha sido una inversión para la gente que ha querido".
En la actualidad, una de las víctimas más frecuentes de las noticias falsas o la propagación de bulos suele ser la ciencia y el cuestionamiento del cambio climático. En este punto juega un papel fundamental la educación y la concienciación.
"La distinción en la que nos habíamos educado, entre naturaliza y ciudad o campo y ciudad, es un error", expone Zabalbeascoa, que defiende que "los árboles no pueden ser lo opuesto a las ciudades". El estado actual de las ciudades españolas no se puede entender sin una mirada sociológica que vaya un poco más allá. "Vivimos en un mundo en el que lo principal sigue siendo que la economía funcione y la idea de que funcione la economía es continuar produciendo y consumiendo", expone la periodista, "por eso está explotando el mundo por todas las fisuras. Nada crece eternamente".
"El pensamiento es ¿por qué no voy a enriquecerme, si los demás ya se han enriquecido? También podríamos hablar de que hay mucha gente que se arruinó. Si pensaramos globalmente las consecuencias de las acciones tendríamos un poco más de calma, que nos hace falta a todos", continúa la historiadora del arte. "El ritmo que llevamos, no lo dejamos imponer y podríamos pensar las cosas".
Repensar las ciudades
Esta experta invita a repensar las ciudades para hacerlas más habitables y más cómodas al ser humano. Esta renaturalización de las ciudades pasa por "dejar entrar la vegetación" y también "por cuidarla. ¿De qué sirve plantar árboles que no se cuidan por falta, muchas veces, de conocimiento?", continúa. Además de por reestructurar zonas y prepararlas para los riesgos del cambio climático y de los fenómenos de la naturaleza, como pueden ser las erupciones volcánes, las inundaciones o los incendios.
La periodista catalana invita a seguir el ejemplo de la naturaleza que, como sucedió en la pandemia, es capaz de reinventarse y encontrar nuevos caminos para brotar. "Nos hace falta conocimiento y humildad para querer conocer y replantearnos como sociedad qué podemos hacer".
Anatxu Zabalbeascoa expone que hay que trazar planes para realojar a la población en zonas más seguras después de analizar los riesgos de cada lugar. "Se necesita que los políticos sean buenos gestores y que no aprovechen esta ocasion para otra cosa. Se debe pactar, dialogar, hay unos representantes y no se impone las cosas ni se da de forma paternalista", indica. Como ejemplo expone que mucho de los parques de Barcelona han surgido como fruto de las peticiones vecinales. "Es un trabajo que se va haciendo poco a poco y que hacen las comunidades con los políticos", añade.
Para la redactora, la renaturalización de las ciudades no es "entrar el verde o pintar cosas de verde", se trata de llevar la vegetación a las ciudades, "la vegetación oportuna". Ejemplifica que en el caso de Barcelona antes se fijaban en el urbanismo y paisajismo francés, pero ahora mismo con el clima actual no funciona y han tenido que utilizar vegetación más tropical, "que necesite menos agua justamente".
Para concluir, Zabalbeascoa invita a la población y a las instituciones ha reducir drásticamente el uso del coche y apostar por otros medios de transporte. Para ello, hace falta que se apueste por hacer de las ciudades espacios caminables y habitables, con zonas de sombra, con bancos para descansar. "No te digo que sea inmediato, pero hay que trabajar en ello".