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Pedro Hernández, pregonero de San Ginés: "Ahora las fiestas son diferentes. Espero que la gente disfrute con calma"

Los Sangineles 2010 comienzan este jueves a las 20.00 horas con la lectura del pregón que correrá a cargo de una de las hijas de Pedro Hernández Cerdeña, elegido como pregonero este año. Y ...

Pedro Hernández, pregonero de San Ginés: "Ahora las fiestas son diferentes. Espero que la gente disfrute con calma"

Los Sangineles 2010 comienzan este jueves a las 20.00 horas con la lectura del pregón que correrá a cargo de una de las hijas de Pedro Hernández Cerdeña, elegido como pregonero este año. Y es que este maestro de profesión, de 95 años (nació en Arrecife a finales de 1914), prefiere dejar la palabra a una de sus hijas, dado que su edad ya no le permite "estos esfuerzos".

Así lo explicó Hernández este mismo martes a La Voz, emocionado por haber sido elegido como pregonero por uno de sus alumnos, por el alcalde Cándido Reguera, a quien este profesor llama cariñosamente "Candito", y de quien recuerda su "destreza jugando al ajedrez".

Casi un siglo a sus espaldas atestiguan el profundo cambio que ha experimentado Arrecife en 95 años y este hecho, evidentemente, es el que quiere ensalzar en el pregón de las fiestas. Porque Pedro Hernández ya prácticamente no conoce lo que son los actuales Sangineles, pero sí que recuerda con especial cariño lo que fueron antaño las fiestas de Arrecife, "de ese pueblo de 7.000 almas".

En un discurso "discreto", según él mismo afirma, este viejo maestro de Arrecife relatará "la evolución de una ciudad pequeña" y los hitos que marcaron su transformación. "El cambio comenzó con la desalinizadora. Antes no había agua, la cargaban los camellos y luego la repartían. Con la llegada de la desalinizadora el cambio fue tremendo", rememora desde su sofá, mirando la bahía de la capital lanzaroteña. La pesca y el caladero canario-sahariano y el nuevo puerto de Los Mármoles, según este testigo del pasado, también fueron claves en esta transformación de la isla.

"Ni siquiera existían todos los barrios. Los primeros fueron El Lomo, La Vega y La Destila. Antes no existía ni San Francisco Javier, ni Altavista", indica Pedro Hernández, con algo de añoranza.

El viejo maestro

La profesión de maestro le vino casi heredada al pregonero de las fiestas de San Ginés 2010. Sus abuelos eran propietarios del edificio donde se construyó el primer centro de secundaria en Lanzarote en 1928. Allí comenzó a estudiar Pedro Hernández, para más tarde cursar la carrera de magisterio en Gran Canaria y regresar a Arrecife a dar clases. "Comencé a trabajar en la Escuela de Pescadores, ubicada en un edificio frente al viejo Parador de Turismo, que luego pasó a llamarse Orientación Marítima", indica.

Todavía recuerda cómo se sentaban los alumnos en sus pupitres y cómo atendían sus explicaciones. "Dábamos clase en un almacén grande. La educación era unitaria, es decir, iban niños de 6 a 12 años. Todos juntos", explica Hernández, que ejerció su profesión desde los años 40 hasta los 80 y llegó a tener 60 alumnos. "Organizábamos tres grupos para dar clases: los pequeñitos, los medianitos y los mayores. Dabas clases a unos, luego a otros? me iba repartiendo", recuerda mientras sonríe.

Y es que son muchas las vivencias buenas que pasó dentro de ese viejo almacén. "Recuerdo esos años como buenos, aunque trabajar no era fácil, pero lo hacíamos y sacaba buenos alumnos. Lo que pasa es que requería mucho esfuerzo y trabajo, pero yo tiraba para adelante. Estaba en la escuela desde las 9 hasta las 12 horas y luego de 14 a 18 horas. Entre medias, daba clases particulares para sacarme un dinerillo, porque los sueldos eran muy bajos, una miseria, vamos", afirma.

Testigo del pasado

De los cientos de alumnos que pasaron por las clases de Pedro Hernández, recuerda algunos nombres, muy conocidos en la sociedad conejera. "Dí clases a los García-Déniz, a los Fajardo-Spínola, a Ramón Negrín, a Gregorio Armas, que llegó a ser director del banco Hispano, a José Juan Ramírez, presidente de la Fundación César Manrique, y a Cándido Reguera", señala.

Y, por todo ello, por ser un testigo del pasado, Pedro Hernández ha sido elegido como pregonero de San Ginés, unas fiestas en las que los bailes que el maestro recuerda en las sociedades, suenan ahora a música electrónica y a hip hop. Unas fiestas que han sufrido una tremenda transformación, al igual que Arrecife, y de las que el maestro recuerda "los ventorrillos y, por supuesto, las misses, que eran una novedad".

"Supongo que las fiestas serán diferentes, los tiempos han cambiado, la música no será la misma. Pero espero que la gente disfrute de las fiestas con calma y sea feliz", confía el pregonero.