Fotos:Sergio Betancort
Miles de personas despidieron este jueves desde la playa de El Reducto las fiestas de San Ginés. Desde muy temprano, los aledaños de la bahía se fueron llenando de público para situarse en primera línea y poder estar más cerca de su cantante preferida. Según las estimaciones de la Policía Local, fueron unas 32.000 las personas que inundaron la playa y las calles cercanas para disfrutar de los últimos actos de las fiestas. Rosario recibió el clamor del público nada más pisar el escenario. La benjamina del clan Flores, todo nervio, lo dio todo para hacer feliz a todos sus seguidores.
Durante los 90 minutos de su actuación Rosario fue dando un repaso por algunas de las canciones que tiene grabadas en sus trabajos discográficos. Canciones como Al son del Tambor, Qué Bonito, Oye mi Son, Sabor-Sabor, y Marchar y así hasta 20. Hizo también suya una de las grandes canciones que nos dejara el malogrado Nino Bravo como fue Te Quiero Te Quiero, y también el famoso tema del cantante Camilo Sesto, Algo de Mi. Por supuesto, la canción que no faltó porque según ella "siempre le acompaña en cada uno de sus conciertos" y que se ha convertido en todo un himno fue "No Dudaría", compuesta por su hermano Antonio. Rosario se ganó al público por su entrega que en todo momento que le acompañó cantando cada una de las canciones. Una respuesta que la cantante agradeció. Llegado el momento de la despedida Rosario se ausentó por uno minutos del escenario por lo que en ese momento el público aclamó de nuevo su presencia y ella respondió interpretando tres bises. Sin lugar a dudas, Rosario conquistó el corazón de todos cuantos se acercaron hasta la playa de El Reducto.
La noche continuó y las 22.55 horas se apagó el alumbrado de la zona cercana a la bahía y cinco minutos más tarde estalló el volador anunciador del comienzo de los fuegos artificiales.El cielo se iluminó durante 15 minutos con los destellos multicolores que surcaban por los aires.El público que los seguía expectante rompió en aplausos en varias ocasiones pero sin lugar a dudas uno de los momentos más sonoros fue cuando comenzó a iluminarse las aguas que bañan al Reducto, un auténtico espectáculo don se entremezcló un arco iris de vivos colores los cuales hicieron que la noche resultara más encantadora, cuando el último destello se apagó en el firmamento en tota la playa y aledaños cercanos se escucharon los aplausos más prolongados de la noche, una muestra de que los fuegos fueron del agrado de los allí presentes.
Después la fiesta continuó en la cúpula instalada en el Recinto Ferial donde las parrandas "Gorfines son Los del Puerto y El Golpito fueron los encargados de amenizar una velada parrandera hasta bien pasada la media noche.