Las víctimas de la última tragedia conocida en la Ruta Canaria de la inmigración, la protagonizada por los ocupantes de un cayuco que pasó diez días a la deriva hasta que fue encontrado el miércoles por la noche a 200 kilómetros de El Hierro, pueden rondar el medio centenar.
Cuando llegaron de madrugada con la Salvamar Adhara al puerto de La Restinga, muy débiles, deshidratados y muchos de ellos aún impactados por lo vivido, los 67 supervivientes de ese cayuco (a los que se suman tres más evacuados en helicóptero a Tenerife) contaron a las asistencias sanitarias que habían perdido en la travesía a varios compañeros, cuyos cuerpos tiraron al mar conforme iban muriendo.
Algunos mencionaban no menos de seis, otros subían esa cifra a diez y luego terminaron hablando de doce, según han relatado a EFE sanitarios presentes en ese momento en la asistencia en el muelle.
Por el estado en el que llegaron todos (once terminaron en el hospital, ocho en El Hierro y tres en Tenerife) y por la constatación de que el número de desaparecidos crecía conforme se iban recabando más testimonios, la propia Guardia Civil ya se tomó con cautela la cifra de doce víctimas, al no descartar que fuera bastante superior, según han reconocido sus interlocutores con las ONG.
Fuentes de los servicios de emergencia en El Hierro han contado a Efe que muchos de los supervivientes pasaron sus primeras horas en tierra llorando, aún sobrecogidos por la muerte de sus compañeros, tanto en el muelle como en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de San Andrés, donde pasarán un máximo de 72 horas hasta que la Policía les tome la filiación y los deriven a la red de acogida.
Allí, varios han relatado que en el cayuco salieron hacia Canarias entre 110 y 120 personas, lo que arrojaría una horquilla de desaparecidos de entre 40 y 50 personas, entre las que incluyen a mujeres y menores, aunque sus testimonios aún son confusos. También manifestaron que conservan los documentos de algunos de ellos.
De los datos que tomaron la Policía y las asistencias sanitarias en el puerto de La Restinga, se sabe que los ocupantes del cayuco aseguran que partieron desde Nuakchot, la capital de Mauritania, trece días antes de que los rescataran, lo que sitúa su posible fecha de salida en el fin de semana del 25 y 26 de mayo.
También han relatado que al tercer día de travesía, se quedaron sin motor, a merced de las corrientes y el viento.
Desde Nuakchot hasta El Hierro hay unos 1.100 kilómetros de navegación, que los cayucos que salen de ese punto de la costa de Mauritania suelen cubrir en unos siete días, aproximadamente. Y ese es el tiempo que sus ocupantes suelen tomar como referencia para calcular las provisiones de comida, agua y combustible.
Todavía no se sabe qué les pasó, pero la muerte de uno de los ocho rescatados que fueron hospitalizados en El Hierro a las pocas horas de ingresar en el centro, un hombre de unos 24 años, ya aporta algunos indicios claros sobre los motivos por los que fueron pereciendo los ocupantes del cayuco.
Ese joven, que fue enterrado este jueves en el cementerio municipal de Valverde bajo el código 'Inmigrante nº 119 R3', falleció por inanición y por los altos niveles de sodio que tenía en el cuerpo, han indicado a EFE fuentes sanitarias. Es decir, lo mató el hambre y el agua de mar que bebió para calmar la sed.
El colectivo Caminando Fronteras está revisando las alertas que ha recibido de familiares sobre cayucos que partieran hacia Canarias desde Mauritania en esas fechas, 25-26 de mayo. De momento, dispone de datos de uno que salió esos días con 95 ocupantes, pero aún no ha confirmado que sea el mismo, ha señalado una de sus portavoces.