Conseguir el éxito en el mundo de la música no es tarea sencilla, pero hacerlo desde Lanzarote y en plena pandemia, lo es aún menos. Bajo una aparente timidez de adolescente, José Luis emprendía hace poco más de cuatro años un camino personal e intransferible, desarrollando su creatividad interna en forma de canciones.
La aventura de Luenco se inició como freestyler en las batallas de gallos organizadas por el Cabildo. Ahora, con 20 años, cuenta con un contrato con una discográfica nacional.
“Unos amigos me convencieron para apuntarme en las batallas de gallos en el skatepark de Arrecife”, asegura el cantante, que incluso reconoce que en un principio “no le gustaba escribir canciones”, y únicamente coqueteaba con la improvisación. “Quién lo diría hoy en día, que es completamente al revés”.
Un amigo le prestó un micrófono y se puso a grabar su primer tema. “Hoy leo y escucho lo que hice y realmente no es bueno, pero por ahí empecé, y una vez que empiezas a escribir ya no puedes parar”, afirma el joven artista.
El amor por la música, como suele ser habitual, le llega heredado de su padre, un amante férreo del género del rap. “De pequeño me ponía siempre canciones de los grupos ‘SFDK’ o ‘Violadores del Verso’. Iniciado en el rap, Luenco ha ido madurando musicalmente con otros estilos como el trap o el reguetón.
Una canción hecha en cuarentena y casi sin recursos, el trampolín al éxito en internet
Luenco fue poco a poco realizando sus propias canciones, tratando de sacarlas adelante para publicarlas en su canal de Youtube. Lo que nunca pensó el joven cantante es que una canción grabada en pleno confinamiento, sin videoclip y con el micrófono de su teléfono móvil, le lanzaría al éxito en internet.
“No tenía ni la canción escrita entera, y subí un “story” a Instagram con el estribillo de ‘De amor nadie se muere’. La sorpresa llegó al poco tiempo, cuando me dijeron que había como 400 vídeos en TikTok con esa música”, explica Luenco, que cuando vio la repercusión alcanzada se apresuró a terminarla para subirla a internet.
El resultado de esa canción “improvisada” son casi 6 millones de reproducciones en Spotify y 1,4 millones en Youtube. “Fue una locura”, asegura Luenco, que reconoce que “no esperaba” que tuviese el éxito que tuvo.
“Nunca pensé llegar a estar así cuando hice esa canción en cuarentena”
“Después de esa canción estuve unos meses sin subir nada, pero fue porque algunas discográficas se fijaron en mí y tenía que decidir con cuál comprometerme”, aclara el artista. Una vez rubricado su contrato con la discográfica Music Hit Factory, todo empezó a ir “sobre ruedas”.
“Lanzarote tiene cantera de raperos; lo que la gente no lo valora”
No es habitual ver cómo un conejero triunfa a nivel nacional, y menos aún en el mundo de la música urbana. Sin embargo, Luenco asegura que en la Isla “hay cantera” de jóvenes promesas del género, aunque la gente “no lo valora”.
“La propia ciudadanía de Lanzarote no valora a la gente de la Isla”, explica Luenco, que espera que a medida que vayan dándose a conocer la percepción cambie. Para intentar visibilizar el talento local, adelanta que pronto sacarán una canción “con cinco artistas de la isla”.
Luenco destaca la creatividad y el trabajo que supone realizar una canción. A ello habría que añadirle la grabación del videoclip y todos los costes que conlleva, sin garantía de lograr la notoriedad y el reconocimiento deseados.
“De amor nadie se muere’ fue una canción grabada con el móvil y mira lo que ocasionó. Ahora estoy haciendo cosas más profesionales, que me llevan más de un mes hacerlo, y no consigo ese nivel de repercusión”.
Hay que tener un poco de “suerte” para poder alcanzar el éxito a nivel nacional
Lo habitual es que la mayoría de los artistas que tienen talento y pasión por lo que hacen, por circunstancias de la vida, nunca pueden llegar a dedicarse en cuerpo y alma a ello. El joven conejero tratará de que eso no ocurra en su caso, aunque reconoce que es necesario un poco de “suerte” para poder alcanzar el éxito.
“Hay veces que hace falta más suerte que talento, porque en la música hay muchísima gente que trata de hacerse un hueco”, afirma Luenco, que reconoce que ese factor fue el que tuvo en su canción “De amor nadie se muere”.
De cara al futuro inmediato, Luenco explica que pronto irá a Barcelona para grabar con otros artistas algunas canciones. “Tengo pocas colaboraciones con gente, y espero que allí pueda hacerlas en las dos semanas que estaré allí”.
El artista asegura que el objetivo del viaje es “tener música para rato” y tratar con “gente distinta”. “Espero sacar dos canciones por mes, gracias a los temas propios y las colaboraciones, para así tener suficiente contenido para lo que resta de año”.
La falta de apoyos, un impedimento para poder crecer
La lógica dice que para que un artista consiga un mayor número de personas que le apoyen, es necesario que la gente pueda verle. Puede parecer obvio, pero no lo es tanto para los jóvenes talentos de la Isla, que ven como empresas e instituciones “les cierran puertas” para poder promocionarse.
“Hay discotecas que contratan artistas de fuera, por muchísimo dinero. Y no nos dan la oportunidad de actuar a los artistas locales. Si quieres valorar lo de aquí, tienes que darnos la oportunidad, porque el artista conejero va a estar encantado de cantar dos canciones antes de que salga el artista grande que viene de fuera”.
El artista conejero también solicita un mayor apoyo de las instituciones locales, para que los cantantes de la Isla puedan dar a conocer su contenido musical. “Si los cantantes de aquí no hacen conciertos en Lanzarote, no sé donde los van a poder hacer”.
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