Fotos: Sergio Betancort
La Avenida Marítima de la capital lanzaroteña se convirtió este 5 de enero en el epicentro de la ilusión de chicos y grandes que esperaban impacientes el paso de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Unas 20.000 personas, según el Consistorio se acercaron a disfrutar de la Cabalgata,Encabezando el cortejo real iban los carteros y carteras de Correos recogiendo las cartas de todos aquellos niños y niñas que se acercaban al buzón al mismo tiempo que les obsequiaban con caramelos.
Un total de 4.000 kilos que se repartieron en todo el trayecto desde las diferentes carrozas que desfilaron a lo largo y ancho de la Avenida luciendo cada una de ellas fantasías infantiles de personajes que forman parte de las series televisivas de dibujos animados y que los más chinijos se identifican muy bien con ellos.
También desfilaron los altos y vistosos zancudos luciendo unas indumentarias muy coloristas algunos de ellos iluminados con iluminación leed. A los más pequeños les llamó poderosamente la atención ver también el camión de los bomberos algunos de ellos caminando y otros dentro del mismo repartiendo caramelos.
El cortejo real iba custodiado por un séquito de romanos encabezando el mismo dos preciosos ejemplares de caballos y a lomos dos romanos con la vestimenta de gala. Sin lugar a dudas, cuando los tres Reyes Magos a lomos de los camellos se iban acercando las caras de los niños y niñas se iluminaban y algunos de ellos al verlos tan cerca se ponían muy nerviosos y se refugiaban en los brazos de sus padres a los que también en esos momentos les brotaba el niño que llevaban dentro quedando las emociones dibujadas en sus rostros
Cuando los Reyes Magos llegaron a la boca del muelle chico les esperaba la alcaldesa del Ayuntamiento de Arrecife, Eva de Anta la cual dialogó unos minutos con el rey Melchor y le entregó la llave mágica para que esta noche puedan abrir cada una de las puertas de las miles de casas que visitan dejando los juguetes que los niñas y niñas han pedido en sus cartas y también para los mayores. Los Reyes Magos se pusieron en marcha para llegar hasta el castillo de San Gabriel el lugar de residencia donde descansarían antes de comenzar con la misión de repartir los juguetes. La cabalgata real finalizó con la quema de fuegos artificiales.