Laura Betancort reconoce que los enfermos oncológicos son "los niños mimados" del Hospital Doctor José Molina Orosa por el buen trato que reciben ya que, según asegura, tienen "contacto directo" con los dos oncólogos con los que cuenta el centro sanitario. Sin embargo, tal y como ha recogido la Asociación de Familias Oncohematológicas de Lanzarote(AFOL) en determinadas ocasiones, es consciente de la necesidad de un tercer oncólogo en la isla. "Somos muchos y no dan abasto".
"Todos los días tienen que ir a paliativos, a urgencias y recibir a una media diaria de quince enfermos. Los médicos tienen que cuidar bien a los pacientes, porque aquí un error mínimo no se puede tener y son muchas cosas las que tienen que controlar", afirma Laura, quien explica que, para un enfermo de cáncer, hasta "salir a comer fuera o tomar el sol" son un problema y "son cosas que tienes que consultar".
Otra de las cosas que, a juicio de Laura, necesita Lanzarote es contar con una unidad de radioterapia ya que, actualmente, los enfermos oncológicos tienen que viajar a Las Palmas. "Te ofertan pisos para estar allí, pero ni vives tú sola, sino con más gente y hay personas que prefieren intimidad. Más cuando te estás dando la radioterapia, que te queman y tienes que estar medio desnuda". Además, añade, "no sólo tienes que soportar la enfermedad, sino que encima tienes que irte fuera que, aunque lo paga la Seguridad Social, son unos gastos que tardan mucho en pagarte".
Asimismo, esta mujer cree que es necesario contar con un psicólogo para estos casos. "Yo sé que en otros hospitales, en otras islas, antes de operar, un psicólogo se sienta con ellos y les prepara para lo que viene. Yo no miré nada en Internet, pero mucha gente sí y se dicen muchas barbaridades. La cantidad de medicamentos que se ofrecen que te quitan el cáncer son terribles. Y es súper peligroso. Necesitas que alguien se siente contigo y que te explique", señala, quien afirma, al respecto, que Afol sí cuenta con un psicólogo. "Pero es para cuando ya estás dentro del proceso", añade.
En este sentido, Laura destaca la labor realizada por Afol, a pesar de que afirma que su relación con la asociación "no ha sido muy intensa", porque no lo ha "necesitado". "Hacen una labor excelente. Siempre están ahí y te llaman para ver cómo te encuentras. Van a tu casa si tienen que ir, tienen voluntarios y muchas actividades y te permiten compartir tu experiencia con otras personas que están pasando por lo mismo".