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Los Gorfines mantienen la tradición de San Ginés con su ventorrillo

Es el único con historia. El ventorrillo de la murga de Los Gorfines es el puesto más antiguo de las fiestas de San Ginés. Lleva instalándose en distintos lugares de la ciudad ...

Los Gorfines mantienen la tradición de San Ginés con su ventorrillo

Es el único con historia. El ventorrillo de la murga de Los Gorfines es el puesto más antiguo de las fiestas de San Ginés. Lleva instalándose en distintos lugares de la ciudad desde hace 15 años y este año se colocará en el Recinto Ferial, por primera vez. Los 40 componentes de esta agrupación han construido durante dos semanas los pilares y el techo de este ventorrillo.

La murga, creada hace 19 años, decidió hace 15 que quería seguir con la "tradición de San Ginés", con ese "sabor de antaño", con esas fiestas que giraban alrededor "de los ventorillos". Entonces, era sólo un sueño que ahora ya se ha convertido en tradición y en la nueva historia de los "Sangineles". "Es el único ventorrillo que sigue en pie desde hace tantos años", afirma el presidente de la murga, Juan José González, que asegura que sólo durante "uno o dos años" no se pudo colocar el puesto en las fiestas. "La gente se enfadaba y nos preguntaba por qué no lo habíamos montado", cuenta González.

El ventorrillo de Los Gorfines está abierto desde las 21.00 horas hasta "que el cuerpo aguante". Allí, se prepararán kilos y kilos de carne de cochino, de cabra, caldo de millo, pulpo y garbanzas, entre otros platos. "Un año llegamos a vender 2.000 kilos de carne de cochino, cuando lo normal son 1.500 kilos. Además, a diario hacemos más de 10 kilos de garbanzas en una caldera industrial", explica el presidente de Los Gorfines.

"Aquí trabajamos todos, desde el más pequeño al más grande. Montamos, desmontamos, cocinamos y servimos", explica González, que señala que la ayuda de Domingo Gil, su "ingeniero", es imprescindible para colocar este puesto. Todo el dinero que recauden durante estos días servirá para "preparar los Carnavales, los trajes de la murga y para la asociación". "Vamos, para que el pueblo se ría a nuestra costa", indica con una gran carcajada González.

El primer ventorrillo que montó esta murga se instaló en una de las zonas "viejas", tradicionales de estas fiestas. "Lo colocamos frente al Mercantil. Allí nos dejaron un trocito de terreno. Empezamos poquito a poco", señala el presidente de Los Gorfines, que ha visto el cambio que han dado los "Sangineles" durante la última década. "Entonces la fiesta era diferente, era más canaria, más nuestra, más acogedora. Ahora es más grande, más industrial", señala.

Y una de las cosas que menos les gusta a los componentes de esta murga es su emplazamiento, en el Recinto Ferial. "Nunca hemos montado el ventorrillo aquí, pero este año nos ha tocado, porque no podíamos hacerlo dentro de la parada de guaguas, como el año anterior, por motivos de seguridad", indican desde la murga. Este año, por ejemplo, no han podido colocar rofe en el suelo, ya que el ventorrillo se asienta sobre cemento. "Lo del picón era tradicional nuestro y no lo vamos a poder hacer", lamenta. "Pedir unas garbanzas y una muñeca chochona en el mismo sitio es un poco extraño", bromea González.

Anécdotas del ventorrillo

Durante estos 15 años, Los Gorfines han vivido cientos de anécdotas en su ventorillo. "Me encanta trabajar con la juventud, porque van a toda prisa y, a veces, los mayores no podemos seguir su ritmo. Me acuerdo que una vez uno de ellos me pedía la comida ya y le planté un plato frío. Me miró con cara rara y le dije: lo querías ya, ¿no? Pues eso es lo que hay", relata divertido Isidro Bernal, el componente con más años de esta murga.

Junto a él está Gabriel Hernández, de tan sólo 19 años de edad. "Me gusta ayudar en todo, porque estamos aquí para sacar dinero para la murga", explica este joven, que confía en ver el ventorrillo "lleno de gente, disfrutando de San Ginés".

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