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IMÁGENES: Sergio Betancort
Las fiestas en honor a Nuestra Señora de Regla, en el pueblo de La Vegueta, comenzaron en la noche del jueves con la lectura del pregón a cargo de la vecina Antonia Rodríguez Berriel, que estuvo arropada por su familia y amigos. También muchos vecinos quisieron asistir al pregón, al igual que el alcalde de Tinajo, Jesús Machín, y algunos concejales del grupo de gobierno.
Antonia Rodríguez hizo un repaso contando sus juegos de la niñez, cómo eran las fiestas de la época, que sólo duraban dos días. El primer día se celebraba la misa y la procesión y, el segundo, los vecinos se daban un paseo por los polvorientos caminos del pueblo en busca de algún que otro pretendiente.
La pregonera explicó al público la vida tan sacrificada que ha tenido. Siendo muy joven, con dos hijas ya mayores y embarazada de un tercer hijo, su marido se marchó a Venezuela en busca de fortuna y nunca regresó. Antonio Rodríguez tuvo que ejercer de madre y padre. Para poder salir adelante, trabajó sin descanso como costurera, oficio que aprendió de su hermana. También trabajaba en las duras tareas del campo, consiguiendo así que sus tres hijos salieran adelante y hasta pudieran estudiar Magisterio, profesión que ejercen a día de hoy.
La pregonera animó a todos a luchar y dijo que aunque ella no tuvo una vida nada fácil, hoy en día por pequeño que sea el problema la gente se pone "la soga al cuello". Por ello, pidió al público que reflexionara primero y tirara para adelante "con lo que Dios tenga destinado".
Así, ofreció un pregón lleno de esperanza, en el que apostó por luchar y por comprometerse. Antonia Rodríguez también colabora con la sociedad, participando allí donde la requieran.
Finalizada la lectura del pregón, su familia le obsequió con algunas canciones canarias. Además, le hicieron entrega de una fotografía, mientras que la comisión de fiestas le regaló una placa y un ramo de flores. El pregón también fue entregado a los asistentes al acto.