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"Cuando yo llegué y en los primeros años, no teníamos muros alrededor del patio ni portones. Las chicas venían silbando y se sentaban en el banco a esperar a que yo las llamara para entrar en clase. Eran otros tiempos", recuerda con cariño la madre Teresa ahora que, debido a la "crisis de vocación", las dominicas tienen falta de "personal" por lo que han decidido, no sin "mucha pena y tristeza", decir adiós a Lanzarote para centrarse en otros lugares en países en vías de desarrollo donde dice "somos más necesarias".
Antaño también lo fueron aquí. "El colegio fue importante por el desarrollo intelectual y profesional que supuso para las mujeres y para una sociedad que lo tenía limitado por la época, por el espacio marcado por la insularidad y por la sociedad del momento", dice una de las ex alumnas, farmacéutica de profesión y recién elegida número dos del partido socialista de Lanzarote, Isabel Martín Tenorio.
El próximo curso escolar, el colegio Santa María de los Volcanes cambiará de manos y será regentado por otra orden religiosa. La congregación de Nazaret que tiene la "capacidad para absorber esta misión que no va a quedar rota ya que trabajan con el ideario común que es el cristiano", aclara la madre Teresa.
En sus primeras décadas de andadura, el colegio de las Dominicas, consiguió ofertar, gracias al empeño de las profesoras, una educación complementaria de actividades extraescolares pionera en la isla. "Siempre hemos buscado una educación integral", dice la directora quien cita la importancia dada al desarrollo del deporte como la gimnasia, el conocimiento del medio con las salidas de montañeras o las clases de pintura y ballet con las que las primeras generaciones de alumnas pudieron disfrutar entre sus aulas a pesar de ser materias que no se impartían en otro sitio en la isla.
Cuando se cumplen 40 años desde que las Dominicas colocaran la primera piedra del edificio del colegio en Lanzarote sobre un terreno cedido por la Parroquia de San Ginés, por sus aulas han pasado varias generaciones de alumnas que en la actualidad ocupan puestos de relevancia en las más variadas profesiones en la sociedad actual tanto en la isla como fuera. Destacadas integrantes del Gobierno de Canarias como la consejera regional de Turismo, Rita Martín, deportistas con triunfos internacionales como la regatista Juana Negrín, profesoras de universidad como Otilia Ferrer en la de Las Palmas de Gran Canaria, periodistas como Techy Acosta y famosas compositoras de música de éxito internacional como Rosana, entre otras profesionales, vivieron sus primeras experiencias y enseñanzas de la mano de unas monjas que además de hacer hincapié en cuestiones como el orden y la vestimenta, la ortografía y caligrafía, el respeto al prójimo y el amor a Jesús, también innovaron en unos años en los que el ballet, la pintura y las excursiones para descubrir la naturaleza no formaban parte de las materias incluidas dentro del sistema educativo de la época.
Entre sus anécdotas, dentro de los muros del colegio de las Dominicas todavía resuenan los acordes de una de las primeras guitarras de la compositora Rosana. Una de las profesoras más veteranas del centro, Paca Delgado, la recuerda así: "Durante los recreos siempre había una chica que se iba con su guitarra a los baños junto con un grupo de jóvenes que cantaban con ella. La madre María siempre le decía: -Anda, sal para afuera que no te vas a ganar la vida con la guitarra-", relata entre risas. Ahora aquella jovencita que se llama Rosana, gracias a su música, ha vendido más de seis millones de discos en todo el mundo y es considerada una de las artistas españolas más importantes en la última década.
Entre las figuras más destacadas del colegio, la profesora Lolina Curbelo, muchos años concejal en el Ayuntamiento de Arrecife y que enarboló con ímpetu la bandera de la gimnasia para todas las edades asegura que "impulsamos en gran medida el deporte como complemento fundamental de la educación". En la actualidad, el Festival de Gimnasia anual en la capital de la isla lleva su nombre y reúne cada año las exhibiciones en estas categorías deportivas de alumnos de toda la ciudad recuerda lejanamente a la muestra que en un duro suelo en el patio del colegio veían los padres al finalizar el curso escolar.
A través de las antiguas alumnas del centro escolar, La Voz se ha acercado a la realidad de Lanzarote y del colegio durante las primeras décadas, mediante los recuerdos de aquellas jóvenes interesadas en aprender y formarse que han dibujado un panorama diferente de la isla y que recuerdan con cariño su paso por el colegio "por las amistades creadas".
Lolina Curbelo, profesora durante 30 años
"El Festival de Gimnasia nació de una semilla plantada en el patio del colegio"
Después de más de 30 años trabajando como profesora en el colegio de las Dominicas, Lolina Curbelo tiene muchos recuerdos en la mochila y muchos logros que son obra suya.
Además todavía recuerda el día que agarrada del brazo del que por aquel entonces era su novio y que posteriormente sería su marido, paseando por el centro de la ciudad presenció la colocación de la primera piedra del colegio. El Festival de Gimnasia que en la actualidad reúne a los más pequeños de todo Arrecife en torno a unas modalidades deportivas como la gimnasia artística y deportiva y que lleva su nombre "nació de una semilla plantada en el patio del colegio", asegura Lolina Curbelo, artífice de la iniciativa. "Al principio surgió para que los alumnos mostraran a sus familias lo que habían aprendido en la asignatura de gimnasia durante el curso", dice, al tiempo que añade que fueron los primeros en competir en campeonatos nacionales y viajar para los partidos de baloncesto, balonmano, etc.
Teresa Curbelo, presidenta de la Asociación de Comerciantes Arrecife Zona Centro
"Una atmósfera diferente de respeto al maestro que me encanta"
Con mucho cariño recuerda Teresa Curbelo su paso por el colegio de las Dominicas donde estudió durante los primeros ocho años de su vida. Convertida en empresaria, es la presidenta de la Asociación de Comerciantes Arrecife Zona Centro, destaca que la disciplina en cuanto a la vestimenta era lo que menos le gustaba del colegio cuya atmósfera tilda de "diferente" a la de otros centros en cuanto al respeto que existe hacia la figura del maestro. En la actualidad su propia hija también estudia en el colegio. "La atención al menor es personalizada y tienen un seguimiento increíble con los niños", dice al tiempo que asegura que le resulta muy interesante que "la misma persona que me educó a mí ahora lo haga con mi hija".
Entre las anécdotas, la que asegura que siempre le viene a la cabeza, es la madre Cecilia, que impartía unas innovadoras clases de ballet y que según dice "era muy perfeccionista". "Al estar gordita, me hacía medio esconderme tras las cortinas del escenario para que no se me viera mucho hacer el pato", dice entre risas.
Rita Martín, consejería de Turismo del Gobierno de Canarias
"Me identifican como alumna de las Dominicas por mi caligrafía"
La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Rita Martínque en más de una ocasión estuvo "arrestada" sin recreo debido a sus travesuras, recuerda con cariño los años de estudiante en el colegio de las Dominicas en Arrecife y asegura que sus amigas en la actualidad son aquellas con las que creció y se formó en sus primeros años de escuela gracias a la "convivencia del grupo con las montañeras".
En la actualidad ocupa un cargo de relevancia en la administración regional en un ámbito, el turismo, que ha cambiado el rumbo de la isla en las últimas décadas. Rita Martín asegura que todavía hoy, en el desarrollo de sus funciones como consejera, "me identifican como alumna de las Dominicas por mi caligrafía. Me llama la atención porque me lo han dicho en más de una ocasión". Uno de los puntos en los que coinciden otras estudiantes y al que Martín añade la responsabilidad y la planificación y organización de los trabajos que marcaban las Dominicas. Unos valores que le harían, en el caso de tenerlos, inscribir a sus hijos en el centro.
Isabel Martín Tenorio, Vicesecretaria del Partido Socialista de Lanzarote
"Las Dominicas han formado a un nutrido grupo de mujeres de la isla"
En el campo de la política, Isabel Martín, farmacéutica de profesión, ha sido uno de los últimos nombramientos de relevancia dentro del Partido Socialista de Lanzarote y también estudió en el colegio de las Dominicas hasta los 16 años.
A pesar de que ella consideraba como "algo eventual", lo de la política, "mi profesión siempre será farmacéutica", tras la celebración del Congreso Insular su nombre salió como número dos del partido. "El mérito del colegio radica en que formó a un nutrido grupo de mujeres en la isla", explica Isabel que tiene muy buenos recuerdos de su época en el centro y destaca que a diferencia de otros centros religiosos, allí imperaba la flexibilidad: "Las Dominicas no eran como las Teresianas que te obligaban a ir a misa todas las semanas. Era un colegio religioso pero con un importante componente laico", asegura.
Su amor por las ciencias se lo contagió una de las profesoras, no religiosa, que recuerda con mayor cariño: Hilda Betancort. Y destaca su primer contacto con la gimnasia rítmica de la mano de Lolina Curbelo que "no se impartía en ningún otro sitio", dice. "Nosotras teníamos una gran motivación gracias a Lolina y hacíamos gimnasia sobre un suelo de asfalto", asegura. "No te puedes imaginar como se me quedaban a mí las rodillas", recuerda.
El montañismo, al igual que la mayoría de sus compañeras, "me hizo amar mucho el campo y es una de las aficiones que tengo que agradecerles a las monjas", asegura.
Techy Acosta Hernández, Periodista
"Adquirí mis primeras tablas en las actuaciones teatrales y musicales del colegio"
Techy Acosta, periodista, adquirió las primeras tablas para su profesión en sus primeros años en la escuela de las Dominicas.
"En alguna ocasión presenté la gala de exhibición de fin de curso en la que los diferentes cursos realizaban actuaciones musicales y teatrales", rememora al tiempo que describe con orgullo la calidad de aquellos espectáculos en los que "nos esforzábamos muchísimo y hacíamos un montón de cosas", y asegura que esa era una de las actividades estraescolares que más huella le ha dejado. Dice también que la convivencia con sus compañeras de aquella época era muy buena ya que "se creaba un magnífico ambiente en las aulas".
Para Techy, la madre Teresa, actual directora del centro, fue una "completa revolución" debido al grupo que creó de montañeras. "Nos íbamos con sacos de dormir al campo y en plan boy scout aprendíamos un montón de valores y nos divertíamos mucho", dice.
Otilia Ferrer, Profesora en la Universidad de Las Palmas de GC
"En los recreos nos escapábamos por la ventana para comprar chuches"
Otilia Ferrer, que ahora es profesora de Veterinaria en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, cita entre las travesuras de sus primeros años de colegio en las dominicas que "en los recreos nos escapábamos por la ventana para ir a comprar chuches porque las monjas no nos dejaban salir", explica entre risas, ahora que es ella quien ocupa el lugar de docente en el aula.
Los disfraces y actuaciones de la exhibición de final de curso también son algo que se le ha quedado grabado en su memoria con gran cariño y asegura que a pesar de que las monjas "intentaban ser como muy estrictas, lo cierto es que comparándolo con otros centro religiosos no lo eran tanto". Ahora sus hijos también estudian en un colegio religioso y asegura que ese fue también su caso. "Mi madre era profesora del actual colegio público La Destila pero optó por matricularnos en las Dominicas porque quería el mismo tipo de educación que ella había recibido".
Yolanda Perdomo, gerente de promotur
"Existe un gran vínculo emocional con mis compañeras de colegio"
Para Yolanda Perdomo, gerente de Promotur y miembro destacado del Partido Popular insular, su paso por el colegio de las Dominicas le marcó en gran medida y asegura que "existe un gran vínculo emocional" con sus compañeras de pupitre de aquellos años y las profesoras "que no se va a romper nunca".
"Nos reconocemos y tiene que ver con el sentido de grupo, algo que no me ha vuelto a ocurrir después". Además, asegura que para el desarrollo de su profesión le ha sido de gran utilidad el "gran hincapié que se hacía desde el colegio por la estructura, organización y presentación de trabajos".
Juana Negrín, regatista profesional de vela
"El tesón adquirido en las Dominicas me ha hecho llegar donde estoy"
La regatista lanzaroteña Juana Negrín, participante en campeonatos nacionales e internacionales en el mundo de la vela, tiene unos "recuerdos fantásticos" de las clases y las compañeras del colegio de las Dominicas donde estudió.
Y es que, a pesar de que cree que el colegio no le influenció en lo que posteriormente se convertiría su fuente de trabajo, la vela, Negrín asegura que sus metas las ha conseguido gracias al tesón y el esfuerzo, algo que aprendió desde pequeña.
"En ocasiones me sorprendo de donde he llegado en mi profesión", dice al tiempo que afirma que lo ha conseguido a fuerza de participar en todos los campeonatos de vela.
En el colegio, en el que llegó a recibir clases de timple de la mano de Florián Corujo, "había comedor", cita entre una de las novedades que introdujo el centro en la isla.
La memoria le trae momentos curiosos a la memoria. "Cuando tenía seis años que empezaba a navegar con Optimist (vela ligera) las monjas nos encargaban entregar una redacción todos los lunes sobre el argumento del capitulo televisivo de Heide que emitían los sábados. Pero yo nunca pude entregarlo porque los fines de semana navegaba en el club del casino".
Remedios Ortega, empresaria de Marketing y Publicidad
"Si viviera en la isla no dudaría en inscribir a mis hijas en el mismo colegio"
"Desde que empecé en kinder, conservo las mismas amigas", resume Remedios Ortega sus mejores recuerdos de sus años de estudio en el colegio de las Dominicas. Y es que a pesar de que se mudó a Madrid cuando contaba 16 años, Remedios, que en la actualidad regenta una empresa de Marketing y Publicidad, recuerda con especial cariño a la "señorita" Paquita Delgado, y a la madre Celia, la profesora de ballet. Algo con lo que coincide con las demás ex alumnas de esa quinta.
"Cuando llegamos al instituto, los profesores nos reconocían, a las niñas que veníamos de las monjas, por nuestra caligrafía y nuestro orden en la presentación de los trabajos", dice la lanzaroteña, que asegura que si viviera en la isla no dudaría en inscribir a sus hijas en el mismo colegio que la formó a ella y del que destaca "el total respeto que teníamos al profesor".
Entre las anécdotas, Remedios recuerda que había un concurso de música: "Nos fuimos a Las Palmas, junto con Rosana, y ganamos. También recuerdo que cuando íbamos a los ejercicios a Las Palmas, nos lo pasábamos estupendamente con la madre Teresa, a la que la tengo mucho cariño. Era muy exigente".