La Real Academia de la Lengua Española define el dolor como la sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior. Cuando ese síntoma se alarga en el tiempo y se convierte en crónico puede resultar bastante molesto. Para su tratamiento se crearon las llamadas Unidades del Dolor. Los datos muestran que el 50% de las atenciones que se realizan en estos centros son debidas a patologías en la columna vertebral.
Cuando uno escucha por primera vez hablar sobre las unidades del dolor lo primero que se le viene a la cabeza es preguntarse qué son. Se trata del lugar en el que especialistas de diversas ramas de la medicina aplican técnicas para evitar o reducir en la medida de lo posible esta molesta sensación. Su principal característica es que las técnicas que utilizan con el fin de aliviar el dolor son poco agresivas. Generalmente son bloqueos e inyecciones así como pequeñas operaciones subcutáneas para implantar aparatos de estimulación eléctrica del sistema nervioso o bombas que infunden sustancias que van a la médula espinal o al cerebro para modular el dolor. Finalmente, en algunas ocasiones, y en conjunción con los neurocirujanos, se realizan operaciones mínimamente invasivas en la columna vertebral en pacientes mayores que tienen una buena calidad de vida pero por estas molestias no pueden llevar una vida prácticamete normal. "Personas que no pueden dar un paseo debido a la ciática por una compresión del nervio se puede quitar con una cirugía que toleran", explicó el neurocirujano jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Doctor Negrín y organizador del congreso Francisco Javier Robaina.
En un principio puede parecer que este tipo de tratamientos sólo se aplican a personas de edad avanzada. Lo cierto es que la mayoría de los pacientes tiene una media de 50 años. Además, hay que tener en cuenta que la población crece cada vez más, "por lo que se detectan síndromes de dolor que quizás hace 20 años no existían y se están tipificando porque aparecen en las personas ancianas", explicó Francisco Javier Robaina. Sin embargo, también niños, jóvenes y adultos pueden ser pacientes de las unidades del dolor. Cuando se trata de personas menores de cincuenta años las causas que pueden llevarles a someterse a estas técnicas suelen ser accidentes de tráfico u otro tipo así como jaquecas agudas.
Situación
La comunidad autónoma cuenta con unidades del dolor en Las Palmas de Gran Canaria y Tenerife. Su volumen de trabajo anual se sitúa en unas 2.500 atenciones y en torno a las 10.000 revisiones. Se trata de una importante carga de trabajo para la gran demanda que existe de estos tratamientos.
Por otro lado, el problema de la doble insularidad en el ámbito de la sanidad vuelve a aparecer en el caso de las unidades del dolor. No obstante, parece que esta situación puede solventarse a medio plazo. Esto se debe a que a la inauguración del congreso asistió la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias. En el acto se comprometió a crear un comité asesor de estudio cuyo objetivo será la creación de puntos de tratamiento en las islas menores en coordinación con los centros ya existentes en las islas capitalinas. Para ello se podrían utilizar las posibilidades de la tele medicina para enviar las historias clínicas de los pacientes o realizar consultas por correo electrónico. Sobre este aspecto el jefe de la unidad del dolor del Hospital Doctor Negrín destacó que esperan que comiencen el trabajo en pocas semanas.