FOTOS: Sergio Betancort
La comunidad cristina sigue rememorando su promesa con Nuestra Señora de Los Dolores. Este jueves, como cada 31 de julio, celebraron una santa misa en la ermita de Mancha Blanca, presidida por Víctor Domínguez, párroco de Tinajo.
De esta manera, conmemoraron el 31 de julio de 1824, cuando entró en erupción el volcán de la Capellanía del Clérigo Duarte, entre los pueblos de Tao y Tiagua, y cuyas explosiones y gases aterrorizaron a todos los vecinos, que encaminaron sus pasos hacia el santuario de la Virgen de Los Dolores. Allí, le prometieron que si detenía el volcán celebrarían una misa en su honor cada 31 de julio, algo que siguen cumpliendo.
La misa, a la que acudieron muchos feligreses, comenzó a las 19.30 horas. La Coral de Tinajo, dirigida por Carmen Dolores Rodríguez, fue la encargada de amenizar los cantos de dicha celebración.
Antes de dar por finalizada la santa misa, algunas mujeres ofrecieron a la Virgen varias poesías. Acto seguido, se llevó a cabo la procesión en las inmediaciones del santuario, a la que también acudieron el colectivo de mujeres "Discípulas de la Virgen", que lucían mantillas blancas.
Ya en el pórtico del santuario, la imagen de Nuestra Señora de Los Dolores fue despedida con cantos y una gran salva de aplausos, dando así por concluida está jornada de acción de gracias.