Cada vez con mayor frecuencia, la opinión pública se manifiesta contra proyectos urbanísticos. Casos como la construcción de los macroproyectos Cuna del Alma, en Tenerife, o Dreamland, en Fuerteventura, han puesto sobre la mesa la necesidad de buscar un modelo alternativo "que ponga en tela de juicio no solo la construcción, sino todo el modelo de consumo".
Así lo ha expuesto el técnico urbanista Jonathan Sicilia en Radio Lanzarote-Onda Cero, quien es uno de los ponentes que participará en el seminario Los límites del planeta - Lanzarote y sus límites que acoge el Cabildo insular durante esta semana.
¿Nueva moratoria turística?
Tal y como indica Sicilia, en Canarias debemos comenzar a cuestionarnos "hacia dónde vamos", teniendo en cuenta que, para desarrollar una nueva moratoria turística o ley de suelo, es necesario poner en el foco "que en la actualidad existe mucho derecho adquirido muy caro".
En ese sentido, el urbanista reconoce que "sí es necesario habilitar nuevas directrices", pero que ofrezcan la garantía de que "la administración pública no va a arruinarse por pagar las indemnizaciones" y que, además, hagan visible el hecho de que "cuando destruimos un ecosistema, volver a ponerlo en marcha cuesta mucho", una realidad que, aunque haya mejorado la conciencia sobre la naturaleza y el medio canario, bajo su percepción, "no se está teniendo en cuenta"
Directrices de urbanismo desfasadas
Pero, ¿de dónde surge toda esta "política del cemento"? De la falta de actualización de estas mismas directrices: "Estamos en 2022, pero nos manejamos con un reglamento de 1978, por lo que los estándares por metro cuadrado construido responden a las necesidades de ese año", señala el profesional.
En base a ello, se hace más sencillo comprender el porqué de que "el paisaje esté dominado por los vehículos, ya que en los años 70 y 80 lo más importante era poder dejar el coche en todos sitios" o "que imperen los arquitentos que coarten su libertad artística porque quieren utilizar al máximo el espacio".
"Las soluciones de diseño actuales no responden a criterios estéticos y de cultura visual, sino globalizados", detalla el profesional, "por lo que debemos plantarnos y que las nuevas construcciones comiencen a responder a valores paisajísticos".
"El turismo evidencia cada vez más su falta de equilibrio"
Junto al urbanismo desmedido y como causa y consecuencia de él, surge el problema turístico, una industria que, aunque siga siendo la principal fuente de ingresos en Canarias, evidencia cada vez más su falta de equilibrio.
Tal y como comenta Sicilia, "a nivel social vamos siendo conscientes de que el turismo no es equitativo, quizá porque se nos han abierto otros modelos profesionales ofrecidos en buena parte por la digitalización".
En ese sentido, se ha demostrado que "el turismo no se traduce en una total mejora, aunque en otro tiempo trajese el máximo desarrollo": "La clave está en conseguir replantear un nuevo modelo económico sin renunciar a esta industria que, desde siempre, ha sido tan relevante para las islas".
Gestión sostenible de los recursos
Un nuevo modelo económico... Basado en la gestión sostenible de los recursos en función de la capacidad tecnológica de la que disponemos.
"Tenemos que elegir a qué renunciar", aclara el técnico, "por ejemplo, si vemos necesario seguir teniendo cuatro coches en casa o seguir importando peras de Chile para poder comerlas durante todo el año".
A juicio del profesional, se ha "banalizado" el concepto de sostenibilidad al ligarlo siempre al desarrollo o crecimiento, ya que "habría que plantearse realmente si realmente se puede conseguir un crecimiento sostenible en un mundo que, nos guste o no, es finito".
Por ello, más allá de "demonizar actuaciones concretas", Sicilia apuesta por "abordar un debate integral que cuestione nuestro modo de consumo al completo", tomando como ejemplo la isla de Lanzarote, donde pese a los objetivos marcado, "no hemos sido capaces de llegar a producir un 10% de lo que consumimos, y este esquema no se va a poder perpetuar eternamente".