Los problemas con los taxis en Lanzarote, concretamente en Arrecife, siguen preocupando a los ciudadanos de la capital lanzaroteña. Las largas esperas para poder coger un vehículo para desplazarse por la ciudad, se convierten en algo habitual todos los días. Una situación de la que desde la cooperativa de taxis son conscientes desde hace muchos años.
El presidente de la Cooperativa San Marcial de Arrecife Manuel Guillén, en una reciente entrevista en Radio Lanzarote-Onda Cero, ha subrayado la importancia de ofrecer un servicio óptimo a los arrecifeños. "La solución es poder dar servicio en Arrecife con cualquier taxi de la isla, que puedan operar todos los vehículos de Lanzarote en la capital", ha recalcado.
Tras la queja este lunes de una mujer que no podía volver del hospital Molina Orosa a su casa después de ser operada, Guillén aclara que "no estaba previsto la llegada de tanta gente" en el crucero. "Nadie se esperaba el trabajo que iba a dar ese crucero", ha relatado a los micrófonos de la radio.
Ya es conocida desde hace tiempo la postura de los taxistas en Arrecife, en la que prefieren recoger a los turistas recién llegados a la capital que a los propios ciudadanos residentes. "Al ser viajes muy cortitos dentro de Arrecife, es muy difícil que te recojan", ha puntualizado Guillén.
La medida efectiva que propone el presidente es clara: poner "más conductores". Desde la Cooperativa de taxistas instan al ayuntamiento a "ponerse las pilas" para ofrecer una solución inmediata a una situación de la que los lanzaroteños siguen alertando día a día.
Además, otra de las cuestiones que rodean al colectivo del taxi en Arrecife es la falta de vehículos adaptados para personas con dificultad de movilidad. "Solamente contamos con cuatro taxis para Personas con Movilidad Reducida", ha concretado. El objetivo principal debería de estar enfocado a "otorgar más licencias para vehñiculos PMR y además, adquirirlos", ha añadido.
La falta de coches para ofrecer asistencia se debe a la no utilización de algunos de ellos que permanecen parados. "Lo idóneo sería que los nueve taxis que están en el garaje salieran a la calle". Además, en cuanto a que algunos de los vehículos que circulan ofreciendo servicio en la capital conejera son antiguos, Guillén manifiesta que piden a grito una renovación", "se deben retirar los vehículos que no están aptos para renovarse", ha señalado el presidente.
El presidente es consciente de que son "continúas las quejas de los ciudadanos" en lo relacionado con la atención de los asistentes telefónicos en la línea de Radio Taxi Arrecife. Reconoce que "no es disculpa", pero que los trabajadores se "agobian buscando los taxis" ante la "insistencia de los usuarios y la falta de citas" disponibles.
Guillén revela que sería conveniente preparar un sistema tecnológico para hacer efectivas las solicitudes de los residentes en la capital. Una herramienta que pueda "abrirse la asistencia con rapidez y se localice al taxi más cercano en el momento", ha puntualizado. Unas medidas para las que es fundamental tener iniciativa para actuar en ellas. "Todo es sentarse y verlo", ha concluido sobre las decisiones que se deben empezar a tomar.
Recuerda los actos violentos que ocurren en Arrecife
Otra de las grandes preocupaciones de los taxistas y ciudadanos en general, son los actos violentos acontecidos en Arrecife durante las últimas semanas. Un colectivo que se ha sufrido estos altercados en un periodo de tiempo largo. "Hemos tenido incidentes desde hace años, como por ejemplo, que se vayan sin pagar", ha destacado.
La Marina, reconoce Guillén, es la zona de ocio nocturno en la que suelen ocurrir altercados. "Hay incidentes por la noche en la parada de taxis de la zona", ha concretado. Peleas al esperar en las colas de los taxis, robos en coches y viviendas, vandalismo, etc. son algunas de las situaciones que se viven en Arrecife todos los fines de semana. Algo que no deja al taxista exento de sufrirlo. "No se va a escapar de esto", ha criticado.
Lo que daría seguridad a los taxistas sería "poner unas mamparas en los vehículos", pero l respuesta que recibió fue la siguiente: "Con eso, damos una imagen de inseguridad a los visitantes en Lanzarote", ha concluido.