La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denuncia, una vez más, la falta de agentes en Lanzarote, afirmando que “hay noches en las que solo hay una patrulla para toda la isla”.
“En Lanzarote estamos desbordados, bajo mínimos, porque cada día salen más servicios, más unidades fantasmas, por lo que muchos guardias se tienen que dedicar a eso en vez de patrullar las calles”, explica José Cobo, portavoz de AEGC.
Desde la asociación cuentan que por las noches suele haber entre dos y tres patrullas, algunos días cuatro, aunque de forma más excepcional. No obstante, en períodos vacacionales como el verano, hay días en los que el número se reduce a una única patrulla para todo Lanzarote.
“Cuando no hay personal de la Guardia Civil en la cárcel de Tahíche para sacar a los reclusos y llevarlos, tanto al hospital como a juicios, lo hacen las patrullas de seguridad ciudadana, por lo que si esa noche había dos patrullas solo se queda una recorriendo las calles”, cuenta Cobo. “Esto termina yendo en detrimento al ciudadano”.
Una situación que empeora en los meses de julio y agosto
El verano es uno de los períodos del año más complicados para los efectivos de la Benemérita, ya que su plantilla se ve muy reducida, entre otras cosas, por las vacaciones.
“Con la llegada del verano, la plantilla se verá reducida en un 33% por los períodos vacacionales, lo que sobrecargará a los agentes que queden dando el servicio”, explica la asociación. “Hasta ahora se ha operado por debajo del 35% como consecuencia de la pandemia, pero la nueva situación, con fronteras abiertas y total libertad de movimiento, la isla espera volver a recuperar el número de visitantes”.
A este problema se le suma la visita del ex presidente Zapatero, que requiere de dos guardias a tiempo completo a su lado durante su estancia en Lanzarote. “Al final acabas quitando a dos guardias de patrullar las calles para estar con él durante mes y medio”, explica Cobo. “Antiguamente los traía de fuera, pero ya no, ahora ese servicio lo cubren los de aquí”.
Desde la asociación afirman que “no sube realmente la criminalidad” de forma acentuada en verano, porque al final en Lanzarote hay turismo todo el año,pero advierten que “sí tiende a aumentar en zonas turísticas, como Puerto del Carmen o Costa Teguise”.
“Los turistas pasan más tiempo fuera y tienen unos horarios muy localizados, por lo que es más fácil que robar en un piso de Arrecife, donde la gente hace su vida y entra y sale”, explica José Cobo.
Lanzarote no tiene una operación verano
Por tanto, defienden la necesidad de crear una operación verano en Lanzarote, ya que “Canarias es la única comunidad autónoma que no tiene este tipo de plan”.
En las zonas costeras de mayor afluencia de turismo de la península, incluyendo a Baleares, se lleva a cabo una operación donde se comisiona a gente del interior, es decir, se crean plazas para que el personal de la Guardia Civil que quiera prestar servicio en esas zonas turísticas pueda ir a trabajar con dietas incluidas.
“Aquí en Lanzarote nunca se ha hecho esta operación partiendo de que todo el año es temporada alta por el turismo, estamos desbordados”, cuenta Cobo. “A nadie se le ha ocurrido reforzar el servicio, aunque sea con agentes de fuera, a pesar de que la isla espera recibir a unos 9 millones de viajeros en los meses de julio y agosto”.
Desde la Asociación Española de Guardias Civiles admiten no conocer los motivos de esta negativa. “No sé si será por fondos, pero llevamos años denunciándolo y no hay manera de que se haga realidad”, añaden.
No obstante, José Cobo apunta que con las dietas establecidas a nivel nacional no sería suficiente para cubrir los gastos de los guardias en la isla, ya que “los gastos son mayores”. “No es atractivo, si con 72 euros al día crees que vas a encontrar un alojamiento y comer, te va a resultar muy complicado y además está la dificultad para encontrar una vivienda”.
Por lo que sostiene que “es muy complicado atraer gente si no se produce un aumento”, aunque insiste en que si se hiciese realidad muchos canarios que viven en la península acudirían a la operación verano para quedarse en casa de sus familiares. “Es una buena solución, ya que habría muchos canarios que dirían, mira aunque no cobre dietas, por lo menos estoy en casa una temporada”, dice el portavoz de AEGC.
La solución: un aumento de plantilla del 20%
Ante esta complicada situación, el portavoz de AEGC considera que la solución estaría en aumentar la plantilla de Lanzarote entre el 20% y el 30%.
“Este año han sacado solamente 1600 y pico plazas para Guardia Civil en todo el país, de los cuales a la provincia de las palmas vienen unos 60 o 50 a repartir entre Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote”, explica José Cobo. “Nos llegan a cuentagotas, así que un incremento del 20% mínimo estaría bien”.
Además, la asociación ha querido recordar la “falta de efectivos” que sufre el aeropuerto de la isla, que “ocupa el número 12 del ranking en movimiento de viajeros, con dos terminales de vuelo además de la zona de carga”. “Como un guardia civil no tiene el don de la ubicuidad, el personal actual no puede cubrir los servicios mínimos e indispensables del aeropuerto”. Por tanto, la AEGC exige una “actualización de plantilla en referencia a los usuarios del aeropuerto”.
José Cobo insiste en que no es un problema único de Lanzarote, ya que faltan trabajadores en toda España. "No se ha recuperado para nada los números que había antes de la crisis del coronavirus, durante cuatro o años años había nada más un 10% de la tasa de reposición, imaginate si se jubilan 1.000 guardias civiles solo entraban 100, y esto se va recuperando muy muy lento", sostiene el portavoz.
Las pistolas tásser podrían evitar agresiones graves
Asimismo, la AEGC también sostiene que, ante la falta de efectivos, las pistolas tásser podrían ser buenas aliadas en las detenciones, ya que evitarían los altercados más graves, como ocurrió el pasado jueves en el aeropuerto César Manrique, cuando un turista inglés agredió a tres Guardias Civiles, causándoles la baja médica. No obstante, admiten que es una herramienta muy cara y que requiere un entrenamiento previo.
“Es un dinero tremendo a nivel económico, porque cada pistola eléctrica puede valer cerca de los 1.200 euros y, cada vez que lanzas una descarga, es decir, los arpones eléctricos, eso son 60 euros”, cuenta el portavoz de AEGC.
Por eso, desde la asociación insisten en que no es necesario que cada guardia cuente con una pistola tásser, sino que se podrían adquirir unas dos o tres en cada patrulla y que se vayan relevando. “Por lo menos que haya una en la calle para evitar agresiones”, añade Cobo.
“Llevamos años pidiéndolas, pero esto va para largo”, concluye.