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Gloria, la otra cara de la Lotería de Navidad

Su alegría se vio truncada este 22 de diciembre cuando, después de creer que había ganado un cuarto premio de la Lotería, comprobó que el número premiado no era el suyo...

Gloria, la otra cara de la Lotería de Navidad

"¡Me tocó!, ¡me tocó!" Llena de ilusión, la menuda Gloria saltaba en la mañana de este lunes en el Bazar Wiki, en el barrio capitalino de San Francisco Javier. Allí había caído un pellizco del cuarto premio de la Lotería de Navidad, un décimo que había sido premiado con 20.000 euros, y Gloria pasó un rato convencida de que era el suyo. 

El jaleo ya se había apoderado del lugar -con cámaras de televisión filmando a los dueños de la administración y periodistas haciendo preguntas agolpados en el pequeño bazar-, cuando Gloria entró en el establecimiento. En esos primeros instantes de alegría, entre el griterío y la confusión, Gloria preguntó a una de las empleadas si les había tocado algún premio y, cuando le dijeron que sí, creyó que se trataba de su boleto. 

Emocionada, los ojos humedecidos y las manos temblorosas, buscaba en su monedero el décimo que había comprado, mientras era capturada en decenas de instantáneas y todos los presentes la felicitaban. Pero su alegría se vio truncada sólo unos segundos después, cuando al desplegar el boleto pudo comprobar, con asombro, que el número premiado no era el suyo.

"Si me hubiese tocado, me hubiera ido a Ecuador, que tengo 15 años que no he ido", cuenta esta mujer que tanto tiempo lleva sin pisar su patria, mientras se le entrecorta la voz. Gloria llegó a España hace 15 años acompañada de uno de sus hijos, pero a los otros no los ha visto desde entonces.

"Primeramente lo hubiese compartido con ellos", cuenta. "La emoción mía era que hubiera salido ese premio, hubiera sido para todas las necesidades que tengo, porque son muchas las necesidades que paso", explicaba Gloria, a pesar del disgusto, con una sonrisa entrañable.  

Ya más tranquila, tras el repentino vaivén de emociones, Gloria recuperaba la calma. A pesar de todo, no pierde la esperanza. "Seguro que la del Niño me tocará", dice risueña.