Las jornadas de reflexión “De la tierra a la mesa: la soberanía alimentaria en el nuevo paradigma de la sostenibilidad”, organizadas por la asociación social y cultural para las Mujeres Mararía, pusieron el acento en la vinculación entre el trabajo cooperativo, la economía de los cuidados y el ecofeminismo, por su natural afán protector respecto al medio ambiente y la relación con la tierra.
Durante el acto inaugural, la presidenta del colectivo, Nieves Rosa Hernández, agradeció al público y a las mujeres ponentes por su generosidad al participar en un encuentro “cuya pertinencia se hace cada vez mayor, con un proceso de calentamiento global que nos pone a los pies de los caballos de la crisis ecológica y sobre el que las mujeres y el movimiento ecofeminista tiene mucho que aportar”.
También intervino la viceconsejera de Educación, Universidades y Deportes del Gobierno de Canarias, María Dolores Rodríguez, quien destacó que “la soberanía alimentaria se presenta, junto a la autogestión energética, como la única fórmula para garantizar una existencia de calidad en los territorios insulares”. En la misma línea se manifestó la consejera de Educación, Juventud e Igualdad del Cabildo de Lanzarote, Myriam Barros, al defender que la soberanía alimentaria “constituye un reto de los nuevos tiempos del que las mujeres debemos formar parte”. También acudió a las jornadas la consejera de Hacienda de la primera Corporación, Rosa Callero, en representación de la Presidenta del Cabildo que manifestó que “el protagonismo de la mujer en el sector primario es un pilar estratégico de la economía”.
La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el medio rural es el objetivo de la Confederación de Mujeres del Mundo Rural (CERES), cuya presidenta, Inmaculada Idáñez, abrió las jornadas. La formación, la puesta en valor del potencial femenino y el papel de la mujer en ese sector desde tiempos inmemoriales centró su discurso reivindicativo y su defensa de una agricultura ecológica de buen trato a la tierra.
La presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales “Sol Rural”, Francisca Gago, trató del peso específico de las dispersas asociaciones feministas en Andalucía, que entraron en contacto a través de la celebración jornadas de la mujer y de la mujer rural y cuyo nexo y novedoso activismo colectivo ha concitado el interés de una buena parte de la población femenina rural y ha aumentado su capacidad de interlocución con las administraciones. La directora y coordinadora del área de formación y proyectos de esa entidad, Coral García Gago, incidió en cuestiones vinculadas con la protección ambiental y los objetivos de desarrollo sostenible.
La tarde de esa primera jornada se destinó a la proyección del documental “Mujeres rurales, la lucha por el territorio al sur de Europa”, cuya realizadora y actual eurodiputada, María Eugenia Rodríguez Palop intervino en línea y aseguró que las mujeres son las grandes adalides en la lucha contra el cambio climático y la defensa del territorio, porque defienden los bienes comunes, que son los materiales y los relacionales y mantienen los vínculos entre las personas y estas con la naturaleza, en una ecodependencia que es la que sostiene la vida.
También recordó que desde el año 2010, el acceso al agua se considera un derecho fundamental y alertó sobre los peligros de la desertización.
Ecocomedores y huertos comunitarios
La coordinadora del proyecto de Ecocomedores en colegios públicos de Canarias, de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Georgina Molina,) y la técnica del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Margarita M. Hernández, expusieron las ventajas de la iniciativa de instalar cocinas en los centros educativos con servicio de comedor y aprovisionarse de ingredientes de producción local. Se trata de un proyecto de referencia en la mejora de la calidad de la alimentación escolar, que incorpora valores económicos para los territorios, formativos y educativos y de salud alimentaria, en una comunidad como la canaria, donde la obesidad infantil se sitúa en niveles preocupantes. Señalaron que los ecocomedores fomentan la alimentación sana del alumnado comensal, a la vez que promueven el consumo de productos agroalimentarios de kilómetro 0 y por tanto, el apoyo al sector agrícola de las islas donde se implantan.
Rafael Torres y Javier Rodríguez, responsables del proyecto Huertos comunitarios, promovido por el Ayuntamiento de Tías, desgranó el concepto de trabajo colaborativo, “que implica la creación de un espacio de convivencia, donde aparte de conocer la importancia de la agricultura ecológica, se dan a conocer la gestión de los residuos, el reciclaje, el trabajo cooperativo y la autosuficiencia”.
La mesa redonda “Experiencias de mujeres agrícolas y ganaderas de Lanzarote y Fuerteventura, con participación de la ingeniera agrícola y especialista en Soberanía alimentaria, Lidia Castañeda y de la economista, viticultora y agricultora ecológica de Lanzarote, Ascensión Robayna, cerró la mañana.
La visita a la granja experimental del Cabildo y a la finca agroecológica El Majuelo (Teguise) del proyecto cooperativo S.A.T. El Jable completaron las jornadas de reflexión teórica celebradas en el hotel Lancelot de Arrecife.