Emoción, humor y buena música, estos fueron los tres ingredientes que cautivaron al mumerosísimo público asistente a la XX Edición del Festival y XXV aniversario de la familia El Pavón de Tías. Un año más las instalaciones del terrero de lucha Ulpiano Rodríguez Pérez se vieron desbordadas por la masiva asistencia de público que no quería perderse una ocasión irrepetible como la que el Pavón había organizado para así juntos celebrar estas dos efemérides tan significativas para El Pavón.
En estos 25 años desde su creación hasta hoy día han pasado por el seno de esta familia unos 75 componentes los cuales con su aportación han contribuido para que nuestras tradiciones musicales y sus géneros tradicionales o populares no se pierdan con el paso del tiempo. También El Pavón durante estos años se ha dedicado a rescatar a través de colaboradores y algún que otro componente letras las cuales son auténticas reseñas que formaron y forman parte de la subsistencia de los pobladores de estas islas y para que no se perdieran en el tiempo las han llevado a los estudios de grabación y así en cuatro discos compartirlas con el público interesado en estos trabajos de campo.
Para la celebración de estas dos fechas tan importantes, El Pavón compartió escenario con algunos de los amigos los cuales en anteriores ediciones habían estado presentes como, el verseador Yeray Rodríguez, Domingo Rodríguez El Colorao, Althay Páez, Domingo Umpiérrez El Cuco, Patricia Muñoz, Pedro Manuel Afonso, Lucia Queiruga y Marcial de León. Ellos fueron los encargados de exaltar con sobrada maestría las notas más entrañables que encierra la canción tradicional canaria, como seguidillas, folías, malagueñas o polcas. Además, Yeray Rodríguez hizo gala más que sobrada de que es único en el género de la improvisación, y con una facilidad sorprendente, en décimas de segundos, componía una y otra frase.
Los componentes de El Pavón, con mucha afinación y complicidad, consiguieron un año más conquistar al público asistente. El acto que se desarrolló con mucho dinamismo, hizo que en algunos momentos y ante un público entregado compartieran al unisono estribillos, palmas y alguna que otra carcajada. Pero también la emoción se hizo presente y en el momento en que el solista Pedro Manuel Afonso dedicó unas folias al recientemente fallecido Ico Arrocha, tanto el intérprete como el público puesto en píe hicieron que sonara la más prolongada y sonora ovación. Ante tanta emoción vivida y para continuar adelante con la programación, se proyectaron algunos vídeos con reseñas de anteriores festivales y algunos con felicitaciones de familias que comparten también estas tradiciones.
El humor, muy necesario en nuestros días, estuvo presente con dos grandes artistas los cuales cada vez que suben al escenario con mucha facilidad consiguen llevarles a su terreno, Azucena y Baltasar. Los dos, con una breve pero picaresca historia, contaron algunas anécdotas que hoy día están presentes en cada familia.
Los componentes de El Pavón obsequiaron al público con el mejor y más sano de los cereales "El Gofio", que para esta ocasión estuvo amasado por las manos expertas de "Los del Gofio", los cuales y como siempre no solo lo amasan como nadie si no que además cuando lo reparten les incluyen también una sonrisa.
Con la entrega de obsequios y la canción Somos Costeros se puso el punto final a esta especial edición la cual no hubiese sido posible con la entrega profesional de Eduardo Martinez en la parte técnica del sonido y la de Tomás Armas Sicilia en las labores de producción artística y escenografía.