Otro es Conchita, que desde 1972 se encarga de dar orden y disposición a 5276 obras, entre ediciones de prensa canaria y lanzaroteña - como la mítica "Antena" en su edición completa original desde 1953 hasta 1970 de forma ininterrumpida ? y libros de todos los géneros y condiciones, ya que el papel ha comenzado a compartir estante con los CD ROM.
Ahora también tiene como cometido custodiar, temporalmente, las "célebres fichas de Agustín de la Hoz". Una minuciosa clasificación que realizó el erudito sobre 326 documentos que alberga el Archivo de Salamanca referentes a la historia de Canarias y Lanzarote, y que en su mayoría están fechados en el siglo XVI. "Esto tendrá que cogerlo algún estudioso para darle sentido".
La huella del papel
Hasta esta biblioteca de la Sociedad Democracia, y más concretamente para hacer uso de la hemeroteca, se han acercado investigadores de todo el Archipiélago, sobre todo, de Las Palmas, para documentar sus trabajos de investigación con las ediciones de Lanzarote.
Lo cierto es que originales antiguos de prensa canaria son los menos, y en muchos casos están incompletos y fotocopiados, pero la colaboración de socios ha permitido ir rescatando el contenido de la historia periodística de la Isla, de ediciones prensa hoy desaparecidas, como "Crónica de Lanzarote" de 1861 o"Pronósticos", dirigido por Guillermo Topham, desde 1946 a 1948, además de decenas de periódicos de principios de siglo XX. Una hemeroteca que desde los años 70 ha ido tomando entidad, ya que se guardan todos los originales de los periódicos locales y regionales que se publican.
En la sección de libros, y aunque cuando entró Conchita tan sólo había 1400 obras, a pesar de que se trataba de una biblioteca con más 100 años, se encuentran joyas como un facsimil publicado en el siglo XIX de la segunda edición de "El Quijote" de Cervantes fechado en 1608. A partir de ahí, libros de todos los géneros y estilos y una destacada colección de literatura canaria (con obras de la primera década del siglo XX), que aportó el bibliotecario de la Junta Directiva, Agustín Torres - posterior Delegado Insular -cuando en los años 70 tomó las riendas e intentó dar un impulso a este espacio. "La biblioteca la llevaban todos, pero no la llevaba ninguno", argumenta Conchita sobre la vida de un lugar infravalorado.
Ahora y mediante un sistema propio de catalogación que ella misma ha inventado, cada obra tiene un espacio controlado por Conchita, que le permite rescatar las obras para los lectores que cada vez, reconoce, son menos . Mediante su sistema, también propio, de préstamos los socios e interesados pueden sacar los ejemplares por 15 días renovables. Algo que antes, también se realizaba a su suerte y que hizo que desaparecieran obraso que la primera edición de "Lanzarote" de Agustín de la Hoz permaneciera 16 años fuera de los estantes.
La Custodia
"Tenemos a Conchita porque es chiquitita", bromea José Leiba sobre la fisonomía de la bibliotecaria y la dimensión del salón, en el que no entran más obras, por lo que muchas se depositan en otra sala de la Sociedad Democracia, a la espera de darles cabida y catalogación.
Conchita ha estado toda su vida entre estantes, encuadernaciones y fichas. Antes de llegar a la Sociedad Democracia colaboraba como auxiliar con una profesarora en la Escuela de Primaria Número Uno de Arrecife, o Escuela de Doña Lola, queestaba junto al Charco de San Ginés. Allí los lectores avezados también tenían sus mañas. Recuerda cómo el Ministerio enviaba libros desde Madrid a modo de préstamo que luego tenían que devolver. Sin embargo, la Institución no contaba con el dinero suficiente para costear el trasporte, por lo que las alumnas aportaban una "perra" cada una con el fin de remitirlos y poder recibir nuevos ejemplares.
Por 2500 pesetas y a propuesta de Agustín Torres García, que se preocupó por el estado de la Biblioteca, Conchita fue contratada por el hermano del actual alcalde, Domingo Pérez Parrilla, cuando fue presidente de la organización.
Desde que decidiera adoptar esta biblioteca se le ha ido acumulando el trabajo, que desde que entrara se prolongaba hasta la noche en su casa. Dispuesta a convertir lo que a efectos prácticos era un depósito de páginas en una biblioteca, ha ido clasificando cada obra minuciosamente a través de fichas en las que detalla al milímietro la descripción por autores, géneros, temática? lo que significa que hay obras con decenas de fichas. "Desde 1973 estoy intentando catalogar"Antología de cuentos contemporáneos" que está compuesta por infinidad de autores, pero nunca puedo terminarlo", porque al desorden de antaño se suma todo lo que incorpora Conchita.
"Ya no podemos recibir donaciones", pero cada día se hace con toda la prensa que se publica y se ocupa de enriquecer una biblioteca que palpita a pie de página. "Hasta que no quepa nada, yo sigo guardando".