"Es un verdadero privilegio disfrutar de tanto talento una sola noche", lo decía la alcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, en la presentación de los pregoneros de San Marcial. Los invitados, los hermanos Domingo y Antonio Corujo Tejera, y Toñín, hijo de Antonio, y su grupo de música Quartet, ofrecieron un emotivo inicio de fiestas rico en historia, narración, poesía y diversidad musical que conquistó al numeroso público reunido este viernes en la histórica ermita del pueblo de Femés.
La función fue entrelazando la fuerza y contenido de la palabra representada en la capacidad de Domingo Corujo para contar, sin papel en la mano, "y eso no quiere decir que no haya escrito lo que digo", con la expresión poética y musical de todo el clan. Apareció primero un breve recuento de la historia reciente de Canarias y la conquista Normanda en la zona del Rubicón para aterrizar en la obra de todo un personaje, un genio de la cultura popular de Lanzarote y Canarias, hijo de Las Breñas (Yaiza): Víctor Fernández Gopar.
"¿Qué hizo esta tierra para crear un personaje como ‘El Salinero’?", se preguntaba Domingo en su relato. No sería exagerado, agregaba, "juzgar a Víctor Fernández como un Sócrates canario" citando esa copla de "Yo veo y no sé que veo, no sé lo que estoy mirando, ni sé lo que estoy pensando, ni según mi juicio creo". Entre la profundidad de los versos del "enseñador de vida", no exentos de humor, y la remembranza de la calidad humana y riqueza creativa de ‘El Salinero’, "difícil de exteriorizar", Domingo Corujo cogió su guitarra de cola demostrando, aunque nada tiene que demostrar, su talento en la música clásica y popular.
Domingo interpretó en solitario una pieza barroca del autor Gaspar Sanz, que recordaba, "fue la primera que toqué con mi guitarra de cola en el año 95 en Bruselas", y luego, con la misma guitarra creada por él, acompañó a su hermano Antonio, que no sólo cantó sentidas folías, sino que también declamó coplas de ‘El Salinero’.
A la gala del pregón aún le faltaba otra actuación estelar, la de Toñín Corujo y su Quartet. Y es que la familia Corujo es sinónimo de música, sea lírica, popular o fusiones de tradición y modernidad. Salió entonces Quartet a tocar por primera vez una iglesia, en la de Femés. Toñín, en el timple, Ismael Curbelo, en el piano y percusión, Carlos Pérez, en los saxos tenor y soprano, y Tony Cantero, en la guitarra, interpretaron jazz y folk, con algunas piezas de creación propia como ‘Agua’, de Ismael Curbelo, dedicada a Manuel Díaz Rijo, recientemente fallecido, y ‘Desierto de Soo’, de Toñín Corujo. Así pues, Femés vio engalanado el pregón de San Marcial con la expresión artística de grandes valores culturales de la Isla y Canarias, a quienes Gladys Acuña agradeció su participación.
La alcaldesa, el concejal de Festejos, Javier Camacho, y el edil de Cultura, Daniel Medina, entregaron obsequios a los artistas, entre ellos, la recopilación de versos de ‘El Salinero’ editado por el Ayuntamiento en un libro manuscrito en letra de estilo que como tantas iniciativas en Yaiza estaban aparcadas en el tiempo por desidia y falta de recursos y que hoy pueden ver luz gracias a la gestión municipal de los últimos años. Los artistas invitados agradecieron la invitación del Ayuntamiento y la respuesta de un público que salió encantando con un pregón de San Marcial de Rubicón hecho arte.