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Educación pide “tranquilidad” a los padres del Adolfo Topham y asegura que no habrá "contacto" con los alumnos sin mascarilla

Explica que el protocolo permite que acudan al colegio sin esa protección si tienen un certificado médico, aumentando la distancia con ellos en el aula y estando separados de sus compañeros el recreo

María Dolores Rodríguez, viceconsejera de Educación, Universidades y Deportes del Gobierno de Canarias

La viceconsejera de Educación del Gobierno de Canarias, María Dolores Rodríguez, ha pedido “tranquilidad” a los padres del colegio Adolfo Topham, que han iniciado protestas junto a los profesores para mostrar su preocupación porque se permita acudir al centro a dos alumnos sin mascarilla. “El centro escolar está cumpliendo las medidas”, ha señalado, subrayando que estos dos hermanos cuentan con un certificado médico que les exime del uso de mascarilla.

Según ha podido saber La Voz, los niños, que cursan primero y tercero de Primaria, aún no se han incorporado a clase, pero esta semana se les autorizó finalmente a hacerlo. Fue entonces cuando se iniciaron las quejas de docentes y familias del colegio.

Al respecto, la viceconsejera defiende el protocolo establecido para estos casos, que implica que esos alumnos sin mascarilla “en ningún momento estén en contacto con el resto”, ni en el aula ni en el recreo. “El alumno tiene que entrar al principio o al final de la clase, acompañado siempre de un profesor de apoyo Covid. Todas las aulas tienen que estar ventiladas y ese niño tiene que estar separado del grupo, incluso separado por una mampara si se hace necesario y, si no, con la medida de dos metros. Y tiene que estar en su sitio, sin moverse”, explica.

En cuanto al recreo, detalla que “tiene que salir el primero o el último”, acompañado también de ese profesor Covid. “Una vez allí tiene que estar controlado, porque no puede entrar en contacto con el resto”, añade, subrayando que esas medidas ya se establecieron desde el pasado año.

En el caso de estos alumnos, el curso pasado sí acudían al centro con mascarilla, pero al inicio de este ciclo sus padres alegaron que no podían llevarla. Entonces no se les permitió la entrada al colegio, indicándoles que debían aportar un certificado médico. Después, ya con el curso iniciado, presentaron uno, en base al que se ha terminado autorizando que los dos hermanos puedan acudir sin mascarilla.

No obstante, esto ha despertado recelos en otras familias, que afirman que el padre de los menores expresó al inicio del curso ideas similares a las que difunden los “negacionistas” de la pandemia.

Sobre los casos en los que se autoriza el acceso sin mascarilla, la viceconsejera explica que un médico tiene que determinar que hay “unas determinada patología” o que no pueden llevarla por “circunstancias especiales”. En este último supuesto podría entrar el caso de estos hermanos, ya que el pasado curso sí la utilizaban.

 

“Siempre prevalece la presencialidad”

Lo que estaban pidiendo otros padres del centro es que estos niños reciban educación online para no “perjudicar” al resto. Incluso, los propios docentes advertían que la solución no podía ser “garantizar la distancia de esos dos alumnos perjudicando el espacio de los demás”, ya que sostenían que ampliando la distancia con ellos, “es imposible garantizar un metro de distancia entre todo el alumnado”.

Sin embargo, la viceconsejera de Educación sostiene que en el “protocolo” establecido “siempre prevalece la presencialidad”. Al respecto, explica que la educación a distancia solo se autoriza en casos de personas especialmente vulnerables por alguna enfermedad, y que también deben estar avalados por su correspondiente certificado médico.

De hecho, señala que el pasado año “muchas familias lo solicitaron y posteriormente el comité médico estableció que ese niño podía acudir a clase presencialmente, con las medidas establecidas”. 

En el caso de estos dos alumnos, lo que tienen es un certificado de una pediatra que les eximía del uso de mascarilla. “Si el niño tiene certificado médico, cumple las medidas establecidas. Yo pido tranquilidad. Ya tenemos la experiencia de otros centros escolares donde ha ocurrido y los niños han estado cumpliendo las medidas”, insiste la viceconsejera.

 

“No tengo constancia de que haya 27 alumnos”

En el caso de la clase a la que acude uno de los menores, se suma el agravante de que ya se está incumpliendo la ratio de alumnos, al haber juntado todo el nivel de tercero de primaria en dos aulas, según denunciaron tanto los profesores como los padres. Los primeros señalaban que hay 26 alumnos en cada una, mientras que una de las madres aseguraba después que en una de las aulas se había llegado ya a 27.

“Yo no tengo constancia de que haya 27 alumnos en ninguna de las dos aulas”, ha señalado al respecto la viceconsejera de Educación, que no obstante no ha negado que se esté incumpliendo la ratio, que ya se superaría con 26.

Hay veces que desaparecen grupos porque no se llega al mínimo, otras se permite por unas características y otras se apoyan con profesorado de apoyo o de educación especial, estando siempre las aulas apoyadas”, ha defendido.

 

Supresión de un aula de infantil

Respecto a otra queja de profesores y padres, por la supresión de un aula de infantil de cinco años en el colegio, diez días después del inicio del curso, la consejera alude a que “se consideró que podía existir una matrícula sobrevenida en el mes de septiembre”, por ello que se hizo una previsión de tres grupos de infantil en julio. 

“Al finalizar el plazo con 47 alumnos, con dos grupos se completaba el cupo y sobraba uno. Desde escolarización se consideró que no era necesario mantenerlo, por lo que se avisó al centro y se le buscó una solución a la profesora que estaba allí”, afirma la viceconsejera, quien considera que se trata de un caso de “falta de alumnado”.