Luciano Borges y Cruz González, vecinos de Papagayo, denunciaron a esta redacción que un ciudadano, cuya parcela colinda con la vivienda de ellos, construyó y reformó un restaurante bar en el hermoso paraje natural del sur de la Isla sin tener los permisos correspondientes.
El jefe de la Policía Local de Yaiza, Emilio Hernández, confirmó que ante ese cuerpo de seguridad se han formalizado varias quejas al respecto y que a su vez han sido trasladadas al Ayuntamiento de Yaiza para que tome las medidas que correspondan como administración pública competente.
También por ruidos
El restaurante actualmente no funciona como tal y, según información de la Policía Local, la institución también ha recibido denuncias por temas relacionados con las condiciones higiénicas del establecimiento, por la licencia de apertura y por ruidos.
Los vecinos denunciantes dicen estar hartos de quejarse y quejarse sin que el Consistorio sureño se persone de la situación. "Este señor hace lo que le da la gana y el Ayuntamiento, por más que recibe las denuncias, no hace caso de nada", dijo molesto Luciano Borges, quien además enseñó a La Voz la copia de una carta redactada por dos turistas que visitan regularmente la Isla y especialmente la zona de Papagayo en la que expresan su malestar, ya que dicho restaurante y el ruido que desde allí se genera "contrasta con una reserva natural".La carta está fechada en agosto de 2004.
Hace más de 20 años en la zona
Luciano Borges y Cruz González, que viven hace más de 20 años en la zona, aseguraron que tienen tanta razón que incluso la Consejería de Política Territorial del Cabildo hace unos tres años "ya le tiró abajo parte de las obras por ser completamente ilegales".
Los vecinos advierten de que el restaurante bar también se convierte en un claro obstáculo para los visitantes que transitan por allí con destino a la playa y que para rematar es un foco de infecciones por la cantidad de basura acumulada. Mostraron la fotografía de un coche repleto de desperdicios aparcado desde el mes de agosto "del que salen ratas por las ventanillas".
Represalias
Según los denunciantes, el propietario del restaurante ha tomado represalias contra ellos por llevar hasta las autoridades las quejas correspondientes. "El dueño puso a operar un motor detrás de nuestra casa solamente para fastidiar y también aparca coches en sitios indebidos con el único propósito de molestarnos", dijo Borges.
Los vecinos creen que el establecimiento "de restaurante no tiene nada" y piden que la Policía Local y la Guardia Civil investiguen "la verdadera actividad del inmueble" porque presumen que es "una tapadera" de ilícitos.