Los chalecos de Cruz Roja forman parte del imaginario de la población conejera. En muchas ocasiones su acción más visible se da a pie de playa o muelle, donde atienden a cientos de personas que salvan la vida tras llegar en cayuco o en patera a Lanzarote. La organización sin ánimo de lucro cumple este mes de abril 150 años desde su creación en Canarias y en Lanzarote son más de 600 las personas voluntarias que dedican su tiempo.
La entidad, que cuenta con varias ramas, presta atención a la población en las áreas de salud, inclusión social, empleo, educación y también en socorro. "Dentro de cada una de las áreas se desarrollan diferentes proyectos", comienza la directora insular de Cruz Roja Lanzarote, Raquel Galindo, durante una entrevista con La Voz.
El envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida lleva a la necesidad de crear nuevos sistemas y métodos para que las personas mayores o dependientes estén acompañadas y tengan recursos a su disposición. "La teleasistencia domiciliaria es el que más nos demandan ahora mismo", indica. Estos dispositivos son aparatos, por ejemplo relojes inteligentes o colgantes, pensados para que las personas puedan estar conectadas en caso de que les pase algo o si necesitan hablar con alguien.
Para poder acceder a esa teleasistencia la persona interesada podrá acercarse a la sede de Cruz Roja en Arrecife. Una vez allí, se estudia si la persona demandante cumple con todos los requisitos. Entre ellos, se debe tener una conexión telefónica, que ya no es necesaria que sea una línea fija, sino que puede ser móvil. En el caso de personas con menos recursos o más vulnerables existen convenios para que a través de los Cabildos y Ayuntamientos se pueda dar este servicio a través de las administraciones.
Del personal que forma Cruz Roja, 26 personas están contratadas "para garantizar la estructura", mientras que 600 voluntarios actúan como "pilar fundamental" de la ONG. En 2023, "con el apoyo económico de alrededor de 3.600 socios llegamos a atender a más de 12.200 personas y dimos 31.000 respuestas", explica Galindo.
Entre otros de los proyectos que Cruz Roja desarrolla en la isla, se encuentra la atención a las víctimas de violencia de género. En este punto, la organización informa a las mujeres de los recursos y servicios disponibles para ellas y las derivan a ellos. Además, según informa la representante insular, a día de hoy, la organización atiende "de forma directa" a 31 mujeres víctimas de violencia machista, a través de dispositivos de ubicación, que las ponen en contacto con los servicios de emergencia si así lo precisan.
Cruz Roja no cuenta con un servicio alojativo para mujeres supervivientes de violencia machista ni para sus hijos, pero sí prestan apoyo psicosocial y las derivan a "centros especializados" para que puedan ser atendidas. Además, desarrollan un proyecto para personas vulnerables, jóvenes y familias hospitalizadas.
Uno de los hándicaps con los que se ha topado Cruz Roja, es que las administraciones públicas y la organización desconocen "mutuamente" qué proyectos e iniciativas se desarrollan desde el otro lado. De esta manera, hace unos días Galindo mantuvo una reunión con representantes públicos de Lanzarote para exponer esos proyectos.
"Nuestros proyectos están siempre dirigidos a personas en vulnerabilidad, que no tienen cubiertas sus necesidades básicas y lo que hacemos, pues el mandato y la misión, es prevenir, aliviar el sufrimiento humano en todas las circunstancias", narra Galindo.
Un centro para personas sin hogar
El recurso alojativo que Cruz Roja presta en Lanzarote está designado a personas sin hogar. En total, el centro tiene capacidad para 23 plazas y está localizado en Arrecife. "Bienestar Social del Cabildo las deriva a nuestros recursos o a otros recursos que existen en la isla", explica Raquel Galindo. En esta línea, el espacio se divide en 17 plazas para hombres y seis para mujeres.
"No siempre está lleno, por suerte, son personas que suelen entrar y salir por necesidades puntuales concretas y además tienen un plazo estipulado, les ayuda un tiempo estipulado hasta que la persona adquiere autonomía", expone la directora insular de Cruz Roja. Este centro tiene un horario de 19.00 horas de la tarde a 09.00 de la mañana, , con desayuno y cena incluidos. Cuenta con cocina y baño, un espacio de ocio y una zona donde lavar las prendas. Además sus ocupantes pueden dejar en él sus pertenencias durante el día.
Para evitar la cronificación de la pobreza, desde Cruz Roja se presta un servicio de reinserción social, en un trabajo conjunto con las administraciones públicas y se les hace un seguimiento de su salud. En este sentido, algunos de los demandantes sufren de drogodependencia.
"Cruz Roja Lanzarote objetivamente no dispone de [recursos o viviendas] en la isla, pero lo que sí se da son ayudas técnicas o ayudas económicas para casos puntuales de alquiler, suministro de agua, de luz, etcétera" narra Galindo.
El perfil de personas que acuden a pedir ayuda a la asociación es variado, pero mayoritariamente son las mujeres las que se atreven a acercarse primero, aunque la petición sea de toda la familia. "Hay muchos casos de nuestra isla", expone sobre el perfil de las personas demandantes.
Tras la pandemia y para tratar de atajar el sentimiento de soledad, han hecho pública la campaña Ternura contra la soledad, junto a Milka. A través de esta iniciativa existe un teléfono de atención de 10.00 horas de la mañana a 18.00 horas de la tarde donde pueden llamar. Según sus datos, "casi el 40% de las personas que sufren soledad, soledad no deseada tienen entre 16 y 34 años, aunque creamos que solamente son personas mayores o personas que no tienen familiares, un 40% de estas personas sufren soledad, no deseada".
La atención de las personas migrantes
Sobre la atención a pie de playa o puerto a personas migrantes, Raquel Galindo expone que "hay casos muy duros en los que desafortunadamente tenemos que atender a personas que no vienen en buen estado, hay otros casos que vienen en aparentemente buen estado físico, si bien siempre es dramático sentir que esa persona ha estado en el mar durante muchas horas, lo que han tenido que pasar para llegar a esa embarcación y lo que han tenido que sufrir durante la travesía, pues es bastante duro".
Para concluir, añade que el voluntariado es "muy fuerte y con un corazón enorme, que es el que los mantiene y además son los primeros que están ahí cuando hay una emergencia".