La calma del mar ha facilitado la llegada a Lanzarote en los últimos cinco días dos millares de personas que salieron desde las costas de Marruecos y El Sáhara Occidental rumbo a Canarias. Tras un mes de octubre con menos llegadas que el año anterior, el aumento de rescates estos días sacan a relucir las carencias de espacios y recursos, así como la peligrosidad de la ruta con ocho muertos contabilizados desde el viernes 1 de noviembre.
Las llegadas de personas migrantes que arriban a Canarias a través de embarcaciones precarias por la ruta Altántica han seguido creciendo de forma paulatina en los últimos años, tomando protagonismo Lanzarote y El Hierro. Sin embargo, los recursos de emergencia, dispuestos por los Ministerios del Interior y Seguridad Social y Migraciones, son insuficientes y se colapsan.
"Hasta ahora no habíamos tenido una llegada como la que hemos tenido este fin de semana. El colapso es total", resaltaba el consejero de Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote, Marciano Acuña, durante una entrevista en Radio Lanzarote-Onda Cero este mismo martes. "Treinta años después de que llegara la primera embarcación a Canarias, ya no se puede jugar a la improvisación", resalta la letrada experta en Extranjería, Loueila Mint El Mamy.
Salvamento Marítimo ha socorrido a más de una treintena de embarcaciones precarias en cinco días, a lo que se suman varios rescates que ha llevado a cabo en la mañana de este martes. Sin embargo, el responsable autonómico de Primera Respuesta de Emergencia para la Población Inmigrante en Cruz Roja Canarias, José Antonio Rodríguez Verona, asegura que se están pudiendo atender a "todas las personas" llegadas a las costas de Lanzarote y Canarias y que "actualmente no hay ninguna falta de materiales, recursos, o personal" para atender a pie de muelle en Puerto Naos.
Cruz Roja se encarga de la filiación de las personas migrantes que arriban al puerto, allí después de cambiarse de ropa y comer algo, se entrevistan en un espacio habilitado con cada uno de los migrantes para identificarlos, conocer su país de origen y determinar si hay perfiles altamente vulnerables, como menores, mujeres víctimas de trata o solicitantes de asilo. Además, para atender a los migrantes en peores condiciones de salud, el Servicio Canario de Salud ha movilizado personal sanitario, de Medicina y Enfermería, hasta el muelle de Puerto Naos. A lo que se suman los traslados a Urgencias del Hospital Molina Orosa en los casos más graves.
La custodia policial
El espacio de emergencia habilitado hace más de dos años por Interior para que la policía custodie y entregue las órdenes de devolución a las personas migrantes adultas llegadas a la isla, el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE), solo tiene capacidad para 300 personas. Levantado con carpas, este centro desbordó este fin de semana su máxima capacidad y alberga a 400 adultos, según los datos facilitados a La Voz por el gerente del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, Enrique Espinosa.
El CATE de Lanzarote ya ha sido cuestionado por el Defensor del Pueblo, que aseguró el pasado año que el espacio "no reúne las condiciones necesarias" e instó al Estado a "mejorar las instalaciones e introducir cambios sustanciales en el régimen de funcionamiento".
"El principal problema radica en la emergencia y la inmediatez como algo excepcional cuando en Canarias es estructural", continúa la letrada Loueila Mint El Mamy, "todavía seguimos jugando a la improvisación, al parche, a la tirita, de una cuestión estructural. La abogada pone de ejemplo el CATE de Málaga, donde solo se han recibido dos embarcaciones este año, pero que tiene preparado un módulo para la primera asistencia e infraestructuras para "poder hacer todo ese trabajo bien".
La falta de recursos permanentes en la isla con capacidad para acoger en momentos donde se concentran varios rescates pone en riesgo la asistencia letrada de las personas que arriban a la isla y dificulta detectar los casos más vulnerables. Loueila Mint expone que "si todo se hace rápido y se va a tratar de manera inmediata y excepcional algo que ya no lo es, nos vamos a encontrar con vulneraciones de derecho a la infancia: reseñas mal hechas, menores que manifestaron serlo y fueron resignados como mayores, o investigaciones para detectar quién ha sido el patrón de la patera sin que los abogados hayamos llegado".
Esta escasez de espacios permanentes también empujó al Gobierno canario a ceder al Estado una carpa que levantó desde hace meses en Puerto Naos con el objetivo de dar acogida a los menores migrantes no acompañados que llegaran en patera a la isla y que suscitó el rechazo de la Fiscalía. En la mañana de este martes, y antes de la llegada de 200 personas más al muelle, las carpas del puerto también estaban al límite de su capacidad, con 250 adultos y menores acumulados de los rescates del día anterior.
"La Policía está colapsada, la Cruz Roja está colapsada y por una cuestión igualitaria se abrieron dispositivos y se pusieron literas. Es un dispositivo provisional y temporal, su capacidad depende de las que llegue, tiene margen entre 50 y 250 personas", reveló Acuña en el matinal radiofónico Buenos días, Lanzarote, sobre las carpas a pie de muelle. Además, el centro de acogida de Montaña Mina, en Argana, alojaba este mismo martes a 300 adultos.
A pesar de que las derivaciones a otras islas se realizan de forma habitual en menos de 48 horas, en días en los que se concentran la llegada de embarcaciones los procedimientos se retrasan. Fuentes de la Consejería de Bienestar del Gobierno de Canarias exponen a La Voz que no pueden hacer una estimación total de los menores migrantes acogidos por la comunidad autónoma por retrasos en las reseñas que debe hacer la Policía Nacional ante el aumento de llegadas.
"Entendemos que hay que rescatar primero a las personas, que tienen que estar los equipos médicos y el grupo de primera asistencia de Cruz Roja, pero hay que recordar que lo segundo más importante es la asistencia letrada", expone la abogada, de no haberla "se van a producir vulneraciones de derechos, como detenciones ilegales", añade.
Mientras tanto, según ha confirmado el Consorcio de Emergencias a La Voz, los menores migrantes no acompañados se han trasladado a los centros de la isla, que ya tienen sobrepasada su capacidad, y los que venían con su familia han sido derivados a Gran Canaria directamente para pasar ahí la filiación. Este tipo de derivaciones exprés pone en riesgo la posibilidad de que los abogados supervisen si se cumple o no con los derechos humanos.