El proyecto del taller de empleo y habilidades comenzó en 2005 a impartirse en la prisión de Tahíche. Se trata de una manera de formar a los internos que están en prisión preventiva y en tercer y segundo grado, para que sean capaces de integrarse en el mundo laboral cuando hayan cumplido su condena. Los internos salen sobre todo con conocimientos laborales en el sector de servicios, construcción y en electricidad. Este año el número de alumnos se incrementó de 18 a 21, por lo que el próximo curso cabe la posibilidad de que haya más internos inscritos.
Este martes se presentó la programación para impartir un nuevo año más este taller en el que según la subdirectora de prisiones, Virginia Gómez, se intenta inculcar las posibilidades de insertarse en el mundo laboral a los internos. Algo que "en Lanzarote es más facil puesto que hay mucha oferta de trabajo, no como en otras ciudades de España". Gómez resaltó que "la gran mayoría de los internos que se benefician del taller consiguen trabajo".
Para conseguir el objetivo primordial de los talleres han colaborado directamente seis empresas lanzaroteñas que acogen a los trabajadores tras su formación en la cárcel. Además, en el transcurso del año los participantes se involucran en proyectos propios de Cruz Roja como puede ser el de Alimentación para la solidaridad o la campaña de recogida de juguetes en Navidad.
Pero los talleres, sobre todo se centran en dar valor a la autoestima del interno, fomentar la habilidad de expresión, técnicas de búsqueda de empleo y el desarrollo conceptual de la legalidad laboral, para que "cuando salgan de la prisión sean capaces de afrontar el reto de encontrar trabajo".