La consulta de cardio-onco-hematología del Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa, centro adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha realizado desde su puesta en marcha hace algunos meses un total de 88 consultas en las que se ha atendido a 43 pacientes.
Esta consulta, formada por un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de Cardiología, Oncología y Hematología, trata de mejorar la salud de las personas con cáncer y prevenir y diagnosticar de manera temprana las posibles complicaciones y riesgos cardiovasculares que pueden surgir a causa de la toxicidad de algunos tratamientos de quimioterapia.
Dentro de una estrategia de prevención, los profesionales de estos servicios hospitalarios han realizado un protocolo de derivación de pacientes onco-hematológicos a una consulta de Cardiología. Este protocolo valora los factores de riesgo del propio paciente, así como los que conllevan los fármacos que se le administran. De esta manera se realiza una evaluación cardiovascular que determina qué personas van a necesitar de un seguimiento clínico más estrecho con pruebas de imagen como la ecocardiografía, el electrocardiograma y el análisis de biomarcadores cardíacos con el objetivo de detectar precozmente complicaciones, facilitar el tratamiento y minimizar la toxicidad cardiovascular con el objetivo de mejorar su salud y calidad de vida.
La consulta liderada por el Ricardo Jaimes Vivas, cardiólogo perteneciente al Grupo de Trabajo de de Cardio-oncología de la Sociedad Española de Cardiología, hace un seguimiento de aquellos pacientes tratados con terapias onco-hematológicas que, por su toxicidad, presentan efectos adversos cardiovasculares. El especialista considera que este control clínico es importante para prevenir un posible daño en el corazón, dado que la quimioterapia aumenta el riesgo de padecer insuficiencia cardíaca, arritmias, hipertensión arterial, daño miocárdico o trombosis.
Los factores de riesgo que se estudian y determinan la vulnerabilidad del paciente y, por tanto, su control en esta consulta, están relacionados básicamente con el tipo de cáncer, la edad, los fármacos que se le prescribe o padecer otras patologías como diabetes, colesterol o hipertesión arterial. La consideración de estas variables permite a los especialistas ajustar los tratamientos y dar una atención más personificada y próxima a los pacientes.
Las personas atendidas en la consulta de cardio-onco-hematología han sido tratadas eficazmente de las complicaciones cardiovasculares derivadas por la propia enfermedad y por la toxicidad de los tratamientos antitumorales. El seguimiento de estos pacientes se realiza desde el inicio del tratamiento con citas cada tres o seis meses y continúa al término de los ciclos, dado que determinados fármacos pueden producir alteraciones cardiovasculares tiempo después de haber terminado su administración.
Las Sociedades Españolas de Cardiología, Oncología Médica, Oncología Radioterápica y Hematología promueven el desarrollo de estos equipos multidisciplinarios en los hospitales para realizar una correcta prevención, diagnóstico precoz y tratamiento de la enfermedad cardiovascular en el paciente con cáncer.