“A mí no me van a callar. Mis ideas están claras y siempre voy a estar protestando contra estas manifestaciones y contra esta gente”. Así ha valorado Cristian Caleri la multa que acaba de afrontar por participar en una 'contramanifestación' que tuvo lugar el pasado 5 de diciembre en Arrecife, coincidiendo con la concentración de Vox contra la “inmigración ilegal”, en la que participó el líder nacional del partido, Santiago Abascal.
Caleri ha decidido pagar la multa sin recurrirla y ya ha abonado 300 euros, porque en caso contrario hubiera perdido el derecho a la reducción del 50%. Sin embargo, discrepa con los hechos que se relatan en la notificación que recibió la pasada semana de la Delegación del Gobierno en Canarias.
En esa resolución se recoge que intentó “boicotear el derecho de manifestación de los allí presentes, interrumpiendo el mitin del líder político de Vox, con insultos y faltas de respeto continuas y dando instrucciones a los más jóvenes e incitándoles a la violencia, perturbando gravemente la seguridad”.
“Quería que se nos escuchase, porque no estábamos de acuerdo con esa manifestación, pero en ningún momento incité a la violencia”, afirma. De hecho, asegura que lo que intentó hacer fue “todo lo contrario”. “Precisamente les decía a los chavales que se echaran para atrás, porque la concentración no estaba autorizada y nos podíamos llevar una multa”, asegura.
Incluso, sostiene que él mismo medió entre los agentes y las personas que se manifestaban junto a él y que actuó con “respeto” a las fuerzas de seguridad. “Me dijeron si podía intentar que nos fuéramos para la acera de enfrente y así lo hicimos”, explica, recordando que iniciaron la protesta en el mismo parque donde se celebraba el mitin de Abascal, y después cruzaron la calle para mantener mayor distancia.
“Nadie fue el cabecilla”
Respecto a los “insultos”, también discrepa. “Les llamamos fascistas, sí, pero creo que ellos ya tienen eso interiorizado. No creo que para ellos sea un insulto”, defiende. Lo que sí reconoce es que se vivió alguna escena de tensión cuando Abascal se iba ya en el coche, y una mujer incluso llegó a “zarandear” el vehículo, teniendo que ser apartada por los agentes. “No recuerdo que yo mismo me acercase demasiado, pero sí hubo una acumulación de gente acercándose”, admite.
No obstante, insiste en que “nadie fue el cabecilla”, en que “nadie dirigió nada” y que “cada uno iba por su lado”, ya que la convocatoria surgió “de forma espontánea” a través de las redes sociales. Además, subraya que en su caso ni siquiera fue identificado por la Policía. “En ningún momento me identificaron ni me pidieron que me identificara”, recalca, apuntando que cree que alguien le “señaló”. “Es imposible de probar, pero yo creo que alguien dijo: éste es Cristian Caleri”, apunta, subrayando la “sorpresa” con la que la que recibió hace unos días la notificación de la Delegación del Gobierno.
Caleri fue militante del PSOE durante años y ocupó un cargo de asesor en el Ayuntamiento de Arrecife, pero hace tiempo que dejó el partido, aunque sabe que es conocido por eso y también por su vinculación al mundo del deporte. “El gran mosqueo mío es que a mí no me identificaron, pero no quiero pensar mal”, insiste, reiterando su asombro porque se indique que él “daba instrucciones a los jóvenes para incitar a la violencia”. “Quien me vio sabe que estaba haciendo todo lo contrario”, asegura.
“Uno hasta se queda a gusto pagando”
Además, también niega que se acercaran al escenario durante el acto: “El discurso de Vox está claro que es un discurso xenófobo, y de hecho fue el motivo por el que se vinieron a manifestar a Lanzarote. Yo solo quería que se nos escuchase”, sostiene.
Ahora, aunque considera que el expediente que le abrieron no se ajusta a lo que ocurrió, ha decidido no recurrir porque cree que solo serviría para tener que invertir más tiempo y sobre todo más dinero buscando un abogado.
“No me importa pagar 300 euros. Creo que fue una concentración en la que expresamos que los lanzaroteños no pensamos igual que ellos y uno hasta se queda a gusto pagando”, concluye.