Los agentes de Lanzarote "carecen de acreditación aeroportuaria por la falta de previsión de la Dirección General de la Guardia Civil. Algunos Guardias Civiles destinados en el Aeropuerto de César Manrique-Lanzarote tienen caducada desde diciembre su tarjeta acreditativa para poder acceder a las zonas restringidas". Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles señalan que "todas las personas que comienzan a trabajar en los aeropuertos necesitan ciertas certificaciones que acrediten que tienen los conocimientos necesarios en seguridad operacional.
"Actualmente, hay tres tipos de certificados según las funciones que vayan a desempeñarse: Certificado AVSEC (Formación Básica de concienciación en Seguridad), un título obligatorio para personas que trabajan en un aeropuerto y que deban acceder a las ZRS por un periodo igual o superior a 30 días; certificado AVSAF-P (Formación Básica de Seguridad Operacional para Peatones), que acredita los conocimientos mínimos en seguridad operacional necesarios para acceder sin acompañamiento al área de movimiento del aeropuerto para el desempeño de tareas que no impliquen el manejo y conducción de vehículos; y certificado AVSAF-C (Formación Básica de Seguridad Operacional para Conductores), que acredita los conocimientos mínimos en seguridad operacional necesarios para el acceso sin acompañamiento al área de movimiento de los aeropuertos para el desempeño de tareas incluyendo aquellas que impliquen el manejo y conducción de vehículos y/o equipos en esta área del aeropuerto. Quedan excluidas el área de maniobras"; explican desde la AUGC.
"Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles nos vemos en la obligación de denunciar públicamente las carencias en formación aeroportuaria que tienen los Guardias Civiles destinados en el aeropuerto César Manrique. Desde el pasado mes de diciembre, hay varios agentes a quienes les ha caducado su tarjeta acreditativa AVSAF-C para poder acceder al interior del aeropuerto. Sin esta tarjeta personal e intransferible, no pueden entrar en las zonas restringidas del aeropuerto de Lanzarote, con todo lo que ello puede implicar", señalan.
Otros Guardias Civiles han realizado los cursos obligatorios, "pero no se les ha expedido aún la tarjeta acreditativa, con lo que tampoco pueden acceder al interior del aeropuerto para realizar sus funciones ni conducir vehículos por la plataforma. De hacerlo, incumplirían la Ley 21/2003 de Seguridad Aérea y podrían ser sancionados con multas que van desde los 45.001 a los 225.000 euros, en función de si es grave o muy grave. En caso de tener un accidente no estarían cubiertos por los seguros obligatorios de los vehículos oficiales por carecer de las acreditaciones necesarias", detalla la AUGC.
Se ha tenido conocimiento de que "se está intentando reconducir la situación y han entregado tarjetas AVSEC, que no autorizan a conducir en plataforma, y también han facilitando a los afectados, tarjetas para “visitante”, de modo que quienes tienen la acreditación caducada puedan seguir trabajando debiendo estar siempre acompañados de otro Guardia Civil que sí tenga la acreditación en vigor y la tarjeta identificativa", apuntan.
AUGC exige a la Dirección General de la Guardia Civil que "incremente el número de agentes que puedan realizar estas clases formativas de naturaleza periódica. No es admisible que en uno de los aeropuertos más importantes de España solo haya un Agente de la Guardia Civil habilitado para impartir esta formación. Como ha ocurrido ahora, en caso de vacaciones, permisos o enfermedad, no se imparten los cursos".
"También se debe de formar a todos los Guardias Civiles que trabajan en los aeropuertos en técnicas de intervención en aeronaves y se les dote de armas no letales, como son las pistolas taser. Cada vez es más frecuente que los mismos tengan que bajar de los aviones a personas que ponen en peligro la integridad del pasaje Y muchas ocasiones se debe al consumo de alcohol y/o drogas, que terminan con Agentes heridos como ya ha ocurrido en otras ocasiones. No es admisible que quienes deben hacer cumplir la ley puedan llegar a incumplirla por una mala previsión organizativa"; concluye la AUGC.