Desde la noche del martes, más de un millón de bombillas, de bajo consumo, iluminan la capital lanzaroteña. De momento, sólo en el casco histórico, ya que el encendido de los barrios se hará de forma paulatina. Para los comerciantes, el alumbrado comienza con retraso pues los centros comerciales privados tienen decoradas sus instalaciones desde hace días y consideran que eso influye a la hora de que el consumidor se dirija a un establecimiento u otro.
Además, el pesebre, que este año ha sido instalado por primera vez en el parque Islas Canarias, se convierte no sólo en un motivo navideño, sino en una excusa de visita y por tanto en una costumbre de estas fechas para lanzaroteños y turistas. La alcaldesa de Arrecife, Maria Isabel Déniz, y la concejal de Festejos, Encarna Páez, recorrieron el nuevo escenario del Belén, donde se representa el nacimiento de Jesús.
La principal novedad del alumbrado de este año es que se hará íntegramente con hilo de bajo consumo, que como ha explicado el responsable de la instalación, José Morales, permitirá ahorrar el máximo posible de energía. Todavía, en barrios como Valterra, Argana Baja o San Francisco Javier falta por completar la decoración luminosa debido a los robos que se han producido en lugares como la Vía Medular.
En total, el Consistorio pagará por el alquiler de los adornos, su puesta en marcha y mantenimiento unos 100.000 euros.