La Oficina Técnica del Consistorio capitalino ha recibido la denuncia, fechada este mismo viernes, y ha decidido iniciar el expediente para investigarlo. "Ahora irán los técnicos, verificarán que lo que se está acometiendo allí es una instalación para telefonía móvil y se les requerirá que presenten la documentación correspondiente que se tiene que conceder a través de Industria", ha explicado el concejal de Urbanismo de la ciudad, Samuel Martín. Según apunta, en el Consistorio no han recibido ninguna comunicación de la empresa en la que se indique que han recibido esa licencia del Ministerio, aunque eso, puntualiza, "no quiere decir que no la tengan".
El edil ha explicado que desde mayo de 2014 la concesión de las licencias en materia de telecomunicaciones depende del Ministerio de Industria. Así lo estableció la Ley de General de Telecomunicaciones de esa fecha, en virtud de la cual los ayuntamientos ya no son quienes otorgan o deniegan esos permisos. "A nosotros sólo se nos comunica la licencia" por parte de la empresa, señala Martín. De este modo, el concejal ha explicado que la próxima semana desde el Ayuntamiento consultarán directamente al Ministerio si existen o no permisos para colocar la antena.
"Instalación ilegal"
Varios vecinos del barrio de San Francisco Javier, donde se está instalando la antena, se han dirigido a La Voz de Lanzarote para manifestar su malestar por esa obra. Una de esas vecinas afirma que se está realizando "de forma ilegal y sin los permisos correspondientes" y, por ello, la asociación de vecinos del barrio está "intentando meter presión al Ayuntamiento".
"Solo queremos que se nos escuche, que no se juegue con nuestra salud. Estas antenas (artículos por médicos lo demuestran) pueden provocar cáncer, migrañas, insomnio, malformación en fetos, dolores de cabeza, etcétera, etcétera, etcétera", reclama esta vecina. "No queremos que se juegue con nuestra salud, basta ya de corrupción. Queremos que nos escuchen a los vecinos del barrio de san Francisco Javier. No queremos esa antena. Ya lo demostramos una vez y se quitó, ¿por qué lo siguen intentando?", se pregunta.
En la misma línea se ha dirigido a este medio otro vecino, que alude a "todos los problemas que conlleva" este tipo de estructuras y hace un "llamamiento a los vecinos" para que denuncien la situación en la Policía Local. Apunta, además, que el edificio donde se está instalando es una "casa de alterne". Lo mismo asegura esta otra vecina, que afirma que se trata de un "prostíbulo ilegal". Aseveran que aguantan "música a altas horas de la noche", "vómitos y orines", y "gritos y peleas de los clientes de la casa".