El joven Anthony Fernándes, que nació con una artrogriposis múltiple y sufre de rigidez articular, una discapacidad que le afecta a los brazos y las piernas impidiéndole subir y bajar escaleras, se ha encontrado con una desagradable sorpresa en su primer día de clase en la Escuela Pancho Lasso, según ha denunciado a través de un vídeo.
"He llegado al instituto el primer día y para mi sorpresa no hay ascensor, por lo que no puedo acceder a las aulas", ha señalado el joven, que afirma que la "única solución" que le han dado es que acuda al centro "pasado mañana" a las 8 horas, a la "única clase" que se imparte en la planta baja y que después se tenga que ir "al no poder acceder a las demás clases, que están en la planta alta".
En su vídeo, el joven Anthony Fernándes, recuerda que el plazo europeo para suprimir las barreras arquitectónicas de los edificios terminó hace dos años y afirma que, desde entonces, "el Gobierno tiene dinero para adaptar este instituto y los que falten". "A ver quién me da una solución, porque tengo que asistir a clase", concluye.