La lanzaroteña Amaira Cedrés Rodríguez, originaria de Femés, ha convertido su pasión por la moda en una profesión. La emprendedora, que comenzó hace dos años su andadura en el negocio de la tienda online, compagina su trabajo en una naviera con su gusto por los accesorios como las pamelas, la especialidad en la que más se centra la página web en la que publicita sus productos. "Empecé hace unos años dejando los sombreros en tiendas y haciendo pases en la isla", ha revelado a La Voz. Conforme ha ido pasando el tiempo, su negocio se ha ido consolidando en toda la isla volcánica. "Comencé con un nivel bajo, pero cada vez voy teniendo más clientes, poco a poco la gente me va conociendo", ha añadido.
A su venta online se le añaden las compras que realizan los lanzaroteños en algunos comercios locales en los que deposita sus productos como en Haría y en la Villa de Teguise, entre otros. "El boca a boca es lo que me ayuda a venderlos", ha revelado al periódico. Así tomó la decisión de iniciarse en el mundo empresarial. "Me decidí a empezar ya que no había algo igual en Lanzarote". Ha apuntado que no dispone de tienda física particular, pero que no descarta en un futuro abrir su propio establecimiento. "No tengo tienda física, pero mis productos están en varios comercios de Lanzarote", ha desvelado.
Sus pamelas, bolsos de mimbre, diademas, carteras de mano, etc. son productos destinados a vestirse para bodas, comuniones o eventos en los que requiera llevar algo más arriesgado y elegante. Ha destacado que en la isla se van introduciendo modas más arriesgadas como las pamelas, un producto que cada vez más clientas suelen demandar. "En Lanzarote la gente es poco atrevida para pamelas grandes, pero cada vez van vistiendo más con ellas", ha comentado la mujer sobre la prenda más especial de su negocio.
"En Lanzarote la gente es poco atrevida para pamelas grandes, pero cada vez van vistiendo más con ellas"
Los detalles en los diseños personalizados que crea Cedrés los "imagina" y les da forma. Algunos son muy característicos y van directamente relacionados con los trabajos tradicionales de la isla. "Hago un homenaje a los trabajadores del campo para trasladar la esencia de Lanzarote", ha añadido. Según ha confesado al periódico, no descarta comenzar a diseñar ropa e incluso, abrir una tienda física con sus propios diseños en un futuro no muy lejano. "El mundo de la moda siempre me ha gustado, no me cierro a diseñar ropa", ha desvelado.
Internet ha sido una parte fundamental para dar vida a su negocio. "Las redes sociales lo han impulsado", ha afirmado. Una página web en la que vende sus diseños y la desarrolla junto a su hija, un pilar fundamental para mantener la tienda a flote. "Mi hija me lleva la web y las redes sociales", ha destacado. Instagram ha sido la herramienta principal de exposición al público, con la que ella ha tenido que aprender a dar uso y publicitarse. Así, las redes sociales han aumentado las ventas fuera de Canarias. "Me compra gente de la isla, pero también de la Península", ha reconocido.
Los clientes que suelen comprar en su tienda online deciden decantarse por sus sombreros. "Es lo que más me pide la gente", ha revelado. Además, hacer encargos personalizados también es uno de los servicios más demandados por los lanzaroteños. "Algunos quieren los accesorios adaptados a la ropa que van a llevar a eventos especiales", ha puntualizado. Por esa razón, ella decide tirar de imaginación y añadir detalles personalizados a algunos de sus productos. "Las pamelas las compro terminadas, pero acabo decorándolas".