Crear barcos artesanales de madera es la pasión del lanzaroteño Agustín Jordán. El hombre de 56 años lleva toda su vida dedicándose a seguir manteniendo la profesión de carpintería de ribera, el oficio ocupado en la construcción artesanal de embarcaciones en madera, que aún sigue latente en la sociedad de Lanzarote.
El experto en embarcaciones ha revelado a La Voz sus primeros recuerdos vinculados a su profesión. "Empecé a sentirme atraído por los barcos de pequeño, cuando veraneaba en Punta Mujeres". Fue en ese momento, mientras se pasaba todos los días cerca de las embarcaciones, cuando descubrió su pasión, que le hizo especializarse en su juventud, a los 16 años, en un taller en Puerto Naos, en el que le empezaron a enseñar a trazar con los planos.
Este 2024 sigue impartiendo clases a las personas interesadas en construir su propio barco. Una enseñanza en la que trata de que sus alumnos aprendan a dibujar, trazar planos, hacer botes, lanchas, barquillos, entre otras actividades. Una materia con la que trata de que la profesión no se pierda y poder mantenerla en futuras generaciones. Algo que cree que está logrando conseguir. "Con los años el oficio se va olvidando, pero hay mucha gente que quiere seguir todavía aprendiendo", ha comentado. Las ganas de continuar con lo aprendido durante su infancia y poder enseñárselo a los ciudadanos es en lo que se basa su día a día. "Estamos adaptándonos para no desaparecer y trasmitir a la gente para que pueda recibir ese valor patrimonial", ha recalcado.
"Estamos adaptándonos para no desaparecer y trasmitir a la gente para que pueda coger ese valor patrimonial"
En el interior de las clases realizan todo tipo de embarcaciones desde barquillos, lanchas, botes, "todo lo que les cuadre", ha manifestado Agustín. "Muchos de los alumnos acuden a las clases para aprender a diseñar su propio barco", ha recalcado. Unos barcos para los que se utiliza un material como la madera comercial, lo que ha ido avanzando durante el paso de los años en la isla, ya que antes se utilizaban las sobras de otros barcos, madera de pino o de roble y alguna de los alrededores.
Jordán no solamente se dedica a la enseñanza, también traza, dibuja y diseña planos de barcas en su taller en Arrecife. "He diseñado y construido 36 barcos, el más grande tiene 16 metros"; ha desvelado. Además, su dedicación al mundo de los barcos no queda aquí, también repara embarcaciones que necesitan una remodelación. "A veces me voy al sitio en concreto en el que se encuentra el barco a trabajar", ha relatado. Una vez que acabo el trabajo, "me vuelvo a casa", ha subrayado, aunque la mayor parte de los encargos los "realizo en el taller que tengo en Arrecife", ha señalado el artesano.
Seguir en el oficio no ha sido una tarea mantenida en el tiempo en la isla, en la que se ha ido perdiendo el afán de dedicación que había en el pasado. "Los que nos hemos quedado somos los que amamos el oficio", ha resaltado el carpintero sobre la pertenencia a la profesión. "La profesión me ha dado mucha paciencia y me ha aportado muchas cosas", ha revelado con el amor que le tiene a su trabajo. No deja de creer en la capacidad que tiene su trabajo para seguir manteniéndose en la sociedad. "La carpintería de ribera todavía tiene mucho que ofrecer", ha resaltado.
"Los que nos hemos quedado somos los que amamos el oficio", ha revelado Agustín Jordán
Su filosofía se basa en seguir haciendo cosas en la profesión e innovar en el mundo como carpintero. Ha publicado y escrito dos libros, uno de ellos llamado 'El Secreto del Trazo Tradicional', en el que explica la técnica de los trazos y muestra uno de los dibujos de las maquetas que tiene finalizadas. En la segunda publicación ofrece las claves para construir un bote. Este 2024, se ha lanzado a escribir una biografía sobre el cambio en la profesión y su transformación, también con sus anécdotas y fotografías de sus creaciones.