El grupo de gobierno del Ayuntamiento de Yaiza ha querido mostrar su "profundo malestar y su honda preocupación, ante la falta de iniciativas y, sobre todo, de soluciones efectivas y urgentes al serio problema que supone la mala calidad del agua de consumo en el municipio".
La situación, que ya venía siendo denunciada desde hace tiempo por los vecinos de la zona, cobró mayor relevancia hace ocho meses, cuando los últimos informes técnicos determinaron que el agua no era apta para el consumo humano, debido a la reactividad del agua por el material del que están hechas las conducciones" para el abastecimiento de agua en el tramo que une los núcleos de Uga y Las Breñas, según recuerdan desde el Ayuntamiento.
El primer teniente de alcalde y, a la vez, concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Aguas, Leonardo Rodríguez, ha tenido recientemente varios encuentros con diversos organismos insulares, en los que les ha transmitido su inquietud ante esta situación. En este sentido, ha exigido que se busquen fórmulas que permitan ofrecer una solución a este problema.
"Nos hemos reunido con los administradores concursales de Inalsa, con la directora del Área de Salud de Lanzarote y hemos asistido a las reuniones del Consejo Insular de Aguas en busca de respuestas a nuestros interrogantes. Lo que en ningún caso vamos a permitir es que los vecinos de Yaiza sigan sufriendo las consecuencias de una gestión cuando menos discutible, y sobre todo, que no dispongan de soluciones efectivas a una situación que amenaza con convertirse en un serio problema para su salud", ha denunciado.
El problema se agravó en julio
Leonardo Rodríguez ha recordado que el Ayuntamiento de Yaiza ha cumplido con sus obligaciones al tratar de ponerse en contacto con los propietarios de los terrenos por los que discurren los once kilómetros de tubería que hay que sustituir. "Pretendemos que nos den su autorización cuanto antes para que, al menos desde la responsabilidad que nos corresponde como Institución, no quede ninguna duda de nuestra voluntad de acelerar la solución a este problema".
A juicio del concejal sureño, esta situación, que "se ha agravado" desde julio de 2009, cuando se declaró el agua no apta para el consumo humano, "no puede eternizarse". "No vamos a contribuir a crear alarma social o inseguridad entre los vecinos del municipio, pero es nuestra obligación instar a las administraciones responsables a dar una solución urgente a una situación que puede generar un problema de imprevisibles consecuencias", ha concluido Rodríguez.