Política

"Vamos a ir con pies de plomo para no meter al Cabildo en ningún conflicto"

¿Qué competencias tiene el proyecto que va a hacer? Es una figura de planeamiento que tiene la misión de dar las pautas de ordenación del territorio en su conjunto, que sirva para marcar a los ...

"Vamos a ir con pies de plomo para no meter al Cabildo en ningún conflicto"

¿Qué competencias tiene el proyecto que va a hacer?

Es una figura de planeamiento que tiene la misión de dar las pautas de ordenación del territorio en su conjunto, que sirva para marcar a los ayuntamientos pautas en cuanto a la oferta del suelo residencial y también para acoger la oferta turística a la hora de redactar sus planes. Y por otro lado sirve para poner en valor y proteger aquellos elementos que abarcan varios términos municipales, como los medioambientales, lugares con costa, etc., así como equipamientos en infraestructuras, energías, etc.

¿Cuál es el objetivo a cumplir con la revisión del PIOT?

El gran desafío de cualquier PIOT es salvar lo que es común a todos los ayuntamientosrespetando la autonomía local. Por una parte hay muchos bienes que son supramunicipales y por otra parte se establece constitucionalmente una autonomía local para la gestión de los planes urbanísticos. Hay ahí un punto de encuentro que, ojalá fuera de solución matemática, solamente se soluciona con la negociación y la claridad. Cuando el plan está bien argumentado, es manifiesto que hay temas que deben ordenarse y gestionarse a escala insular y por otro lado, debe ser como la carta magna a la que todos los ayuntamientos deben acogerse cuando hagan sus planes.

¿Ha tenido oportunidad ya de acercarse al PIOT del 91 y a la moratoria?

Sí. Fue un hito interesante y un avance en la evolución de la ordenación del territorio porque entonces había menos experiencia que ahora en la elaboración de planes. De la misma manera la moratoria pone de manifiesto el cambio de prioridades en nuestras sociedades. Cuando pasábamos de ser un país y una isla pobre, a incorporarnos al desarrollo, nuestro listón de exigencia era más bajo que el actual. Ahora somos más cuidadosos con las fórmulas turísticas y con las consecuencias: ¿Cuánto nos deja el turismo y cuánto nos demanda a través de las infraestructuras que pagamos con nuestros impuestos?

En el año 91 estaban muy preocupados con el tema del impacto ambiental, proteger del crecimiento suelos que tenían valor y como ocurre siempre en la vida, cuando enfatizamos un tema dejamos otro en el tintero, como el sector primario. Pero sobre todo cuando se hizo este plan, la idea de cambio climático no estaba ni en las agendas de los políticos, la idea de sostenibilidad estaba sólo empezando en los planeamientos y la energía no era un tema central. Ahora sí son importantes. Gracias a que este plan existe desde el 91, hay problemas como la protección de espacios naturales en Lanzarote que ya no son problemas, porque están asumidos por todo el mundo.

¿Y cómo se podría solucionar la debilidad de la moratoria, que contiene el crecimiento de la urbanización turística pero hay algunas sentencias contrarias?

Como eran temas nuevos, las polémicas de la moratoria y del PIOT del 91 en muchos casos, se han dirimido judicialmente. Pero según va habiendo doctrina, va habiendo experiencia y hay más legislación estatal y autonómica de apoyo, la cosa está más clara. Me da la sensación que ahora muchas de las sentencias van en la línea de avalar la moratoria por lo que he podido apreciar al conocer las últimas.

Nosotros vamos a poner mucho énfasis en que todos los pasos que demos tengan seguridad jurídica. Garantizo que vamos a ser muy cuidadosos con el análisis de los derechos individuales, primero para no introducir al Cabildo en ningún conflicto que pueda ser gravoso para los ciudadanos y también por un criterio genérico constitucional de derechos particulares. Contamos en nuestro equipo con juristas muy importantes y la idea es ir con pies de plomo para poder reducir los litigios a través de la claridad.

El que fue redactor de la Moratoria y del PTE en su momento, Fernando Prats, fue una figura importante en Lanzarote, ¿qué opina de su trabajo?

Marcó una pauta muy interesante. Pratspertenece a una generación pionera. Es la generación de nuestros profesores que se tuvieron que enfrentar a unas condiciones más difíciles de las que tenemos ahora porque había menos experiencia previa, tanto de planeamiento como de ordenación del territorio. Mi balance en ese sentido es globalmente positivo, lo digo sin rubor, porque sé que ha habido mucha polémica y habrá personas que no estén de acuerdo con lo que digo. Pero si lo miramos en la distancia, ha sido positivo porque empezó a poner en la agenda temas que ahora son ya normales, como es la contención del crecimiento.

Usted dijo que las posiciones entre empresariado, instituciones y ciudadanía no eran tan opuestas en Lanzarote como en otros lugares de la Península, ¿cree que podrá alcanzarse el consenso?

Sí, lo creo porque en otras partes de la Península hay una polémica enorme sobre si ciertos lugares deben ser desarrollados o protegidos. Aquí la polémica se refiere a suelos que en sí, no está en cuestión su altísimo valor ambiental, si no que se refiere más al equilibrio entre crecimiento turístico y sostenibilidad global de la isla, por tanto es una polémica menos dura. Creo además que la polémica acá se plantea sobre todo en torno a la oferta de ocio complementaria.Con un poco de perspectiva es superable. El empresariado lógicamente tiene que defender su criterio razonable de su propia rentabilidad. Lo que hemos visto en otras islas es que un crecimiento más pausado y más inteligente favorece al empresario local porque conocen más el medio y están mejor posicionados para ir adaptándose a las necesidades, y si no que pregunten a los empresarios de Baleares.

Veinte meses parece mucho tiempo, pero en Lanzarote ya se ha visto como planes importantes como el PTE o el PGOU de Arrecife no terminan de salir.

Será un poco más porque, en medio, está el tiempo de las informaciones públicas: exposiciones, discusiones?serán fácilmente ocho meses más contando el tiempo neto de esas exposiciones. En tiempo real nos llevará prácticamente lo que queda de legislatura. Es un tiempo más bien corto, por eso, una de las ideas importantes que barajamos es que los temas del plan que sean urgentes y alcancen más consenso puedan irse adelantando en el tiempo. Temas de regulación rural o incluso, de energía. De tal manera que haya acciones que nos vayan adelantando, de una manera casi didáctica, lo que es el objetivo del PIOT. ¿Que empiece una discusión que se alargue interminablemente? bueno hay un argumento a favor del PIOT y es que no puede aportar más que mejoras a la situación actual para todos, por tanto, una apelación simple a la inteligencia va a llevar a todos a la conclusión de que es bueno que exista ese nuevo documento.

Usted habla de la importancia de la participación de todos los sectores en el plan, ¿cómo va a lograr esto?

Uno de los temas importantes para que nuestro equipo mereciera la confianza fue que le dimos bastante importancia a comunicar. No hay ninguna receta mágica, pero planeamos desde la utilización de la web, hasta hacer folletos, acercar las exposiciones incluso a los escolares, más como una reflexión sobre la isla entre los adolescentes para que empiecen a ser sensibles y a entrar en el debate con el fin de que sean ciudadanos maduros en este aspecto en el futuro.

En Lanzarote hay muchos medios de comunicación muy implicados en las cuestiones urbanísticas y eso va a facilitar mucho que la información de todo lo que va ocurriendo llegue a todo el mundo. Arrancaremos muy en breve con la elaboración de un cuestionario Delphy que vamos a aplicar a unas 40 personas relevantes en todos los ámbitos: medios de comunicación, políticos, ecologistas, empresarios no sólo hoteleros, también de la construcción, industria, agricultores?para ver cuál es el sentir de la gente sobre temas complejos.

De lo que ha visto hasta ahora, qué es lo mejor de la isla y lo peor.

Lo mejor es la isla misma, sin ninguna duda, el mejor factor competitivo de Lanzarote es su singularidad, que es irrepetible como paisaje. Un sentimiento colectivo, la singularidad de personajes como Manrique, todo eso ha hecho que de alguna manera sehaya desarrollado desde pronto una sensibilidad respecto al valor especial del paisaje y ese es el punto más favorable.El más desfavorable, quizá, es que una parte importante del desarrollo turístico se ha hecho de una manera muy reiterativa, con modelos de oferta muy clónicos en el turismo residencial, esto resta competitividad. El turismo del futuro tiene que ser más imaginativo porque casas adosadas, a un precio semejante, hay en toda la costa peninsular y entonces el único factor competitivo sería el clima, pero la insularidad también es un elemento restrictivo. Hay que hacer una reflexión con el sector, porque se trata de potenciar el turismo del siglo XXI y no va a ser con los modelos del siglo XX.

¿Hay algún modelo aplicable a Lanzarote, cuál va a ser la pauta?

Principalmente es abrirse del turismo de sol y playa al turismo que goza del paisaje, que tenga una estancia mayor y que busque una oferta complementaria en el ámbito hostelero, pero también fuera del hostelero. Un turismo que le gusta disfrutar de la gastronomía, de los vinos, del paisaje, del deporte, de la cultura porque no nos engañemos, el de sol y playa es el que menos ingreso per cápita deja. También ir hacia el turismo de congresos y de cruceros. Sería una pena que toda esa enorme capacidad de gasto que tiene los turistas de los cruceros quedara retenida en puerto, que no revertiera en riqueza para Arrecife y para toda la isla. El turismo profesional y cultural es muy importante pero hacen falta equipamientos.

¿Hacen falta más hoteles en Lanzarote?

Pues no tengo el diagnóstico ahora mismo pero hoy en día en casi toda Europa estamos planteando los expertos en turismo y urbanistas que el turismo óptimo es el hostelero y no el residencial, porque este deja las urbanizaciones vacías gran parte del año, en cambio los buenos hoteles tienen mayor actividad durante más meses en el año y generan empleo más estable. Pero claro, debe hacerse hoteles de nueva generación: no masivos, no impactantes, no en la primera línea de mar, estamos ya en otra filosofía.

Usted planteaba que era necesaria una oferta de ocio alternativa al campo de golf, ¿qué se le ocurre para Lanzarote?

No hay que obsesionarse con los campos de golf. Se pueden hacer rutas gastronómicas en los pueblos del interior, aprovechar los vinos, que en otras islas ya está siendo un "boom", con enotecas y restaurantes especializados en caldos. Potenciar el turismo rural y un turismo del paisaje que no solamente se centre en el Parque Natural, que realmente sea capaz de leer más cantidad de paisaje. Necesitamos más centros de inter-pretación, poner en valor más paisajes de la isla. Que no sólo sea ir un día a Timanfaya, otro a Los Jameos, como si fueran parques de atracción, hay mucho más paisaje para un turismo más maduro, que es el que deja más ingreso: el de españoles de mediana edad, que vienen a buenos estableci-mientos hoteleros y que gustan de hacer un recorrido con libertad, disfrutando de paisaje, cultura y gastronomía. No se trata de que cortemos el grifo al otro, pero sí de que vayamos preparando el relevo.

¿Tendría cabida en una isla como Lanzarote parques temáticos y campos de golf?

Los campos de golf tenemos que verlo con prudencia, no quiero resbalarme planteando nada. El perfil definitivo de la isla no va a ser como destino de golf porque siempre la Costa del Sol va a ser más favorable. Pero puede ser interesante que tenga una oferta razonable, los expertos hablan de que con tres campos, ya hay un circuito para este deporte. En cuanto a parques temáticos yo creo que lo más interesante es sacarle más partido al paisaje, la vulcanología para los niños. Me he fijado que en Lanzarote hay un turismo muy familiar, más tranquilo, pero parques temáticos tipo Disneylandia son muy impactantes y consumirían la mitad de suelo. De entrada no quiero tampoco ser fundamentalista, pero no es el elemento de mayor interés para la competitividad de la isla, porque de nuevo, en parques temáticos hay mejores ofertas fuera. Otro tema es que en algunas de las urbanizaciones turísticas se pueda plantear una oferta de ocio para niños como guarderías educativas, lugares donde aprendan deportes náuticos.

Además del agua que consumen, los campos de golf tienen un diseño antagónico al paisaje de Lanzarote.

Es un paisaje muy bello pero artificial, en algunos casos suponen una mejora de paisajes deteriorados. Por ejemplo, en una periferia urbana, es un elemento que mejora el medioambiente del entorno. En una isla donde ya el paisaje es valioso, partimos de la situación opuesta, puede que el campo de golf impacte y estropee el paisaje. Con el recurso agua, el más escaso y caro en Lanzarote, no podemos crear oasis, por eso hay que actuar con un criterio distinto que tendría que ser un modelo de diseño de campo de golf radicalmente distinto. Solo faltaba que estamos por un lado lanzando CO2 a la atmósfera para reciclar el agua y luego la utilicemos para regar, eso sería un contrasentido. Tendríamos que ver qué caudal tenemos de aguas recicladas. Pero la objeción principal es ver, en cuanto conozcamos mejor el planeamiento de los municipios, si realmente hay espacios adecuados para acoger campos de golf, cosa que yo no tengo clara.

Para alcanzar consenso, habrá que sentarse a negociar con los promotores, pero eso genera suspicacias en la ciudadanía. ¿Van a ser públicas esas negociaciones?

Sí. Más en estos tiempos en que todo el urbanismo ha estado sometido a una muy mala imagen. Creo que la única receta para hacer un urbanismo honrado es la transparencia, por tanto, cualquier cosa que hagamos que sea con luz y taquígrafos. Lo primero que vamos a hacer es negociar en términos de colectivos: ciudadanía, asociaciones, ayuntamientos. Ese será el avance del Plan. Después, habrá una segunda fase de negociación, en la medida que haya determinaciones sobre suelos concretos hay que sentarse con cada uno de los afectados, que no tienen necesariamente que ser muchos. Y por supuesto con los ayuntamientos. La negociación con los empresarios nunca puede ser de espaldas a ellos porque son los responsables de urbanismo en última instancia. La garantía que tiene la ciudadanía es que antes de esas negociaciones estará el avance del plan, que sería nuestra hoja de ruta a partir de la que pueden ver si el resultado de las negociaciones se aparta o no de la propuesta ideal de la isla. Yo espero que se pueda hacer con transparencia.

En una isla con gran parte de su territorio protegido y un recurso natural perenne todo el año como el viento, ¿cómo se puede aunar el aprovechamiento de ese recurso con el impacto ambiental de los aerogeneradores?

Ese es uno de los temas de discusión que tuvimos que afrontar también en Menorca. Ahí terminamos haciendo un plan de aerogeneradores elaborando un mapa de las cuencas visuales: en qué lugares eran muy impactantes por ser muy visibles. Al final buscamos lugares que no eran óptimos en rendimiento, pero que generaban menos impacto. Es un compromiso. Seguramente tendremos que sacrificar los mejores vientos a cambio de un menor impacto visual. También habrá que ver si se pueden visionar en el propio mar. Lo mismo ocurre con el parque fotovoltaico. Las energías limpias tienen impacto, no atmosférico pero sí visual.

Le espera un trabajo duro?

Es un encaje de cosas. En cuanto acabemos el trabajo de campo de la valoración del medio natural y rural, en seguida aparecerán los lugares óptimos para esas implantaciones que son los que tienen menos valor. Vamos a desembarcar ya. Mi tarea en esto es de director de la orquesta, pero es una orquesta grande que tiene expertos en medio ambiente, juristas, expertos en paisaje? iremos todos en paralelo empezando desde ya.