Compró un coche de tan sólo ocho meses por 6.000 euros, pese a que en el mercado está valorado en 24.000. Una "sospechosa" cifra que le pedía su propietario porque le urgía vender el vehículo para marcharse de la isla. La firma del contrato de compraventa donde el vendedor dio fe de que no tenía ninguna deuda se realizó sin problemas. Se produjo el pago y el nuevo propietario se quedó con las llaves. Pero cuando el comprador acudió a la gestoría para terminar de tramitar la documentación, Tráfico le informó de que ese vehículo está limitado tanto para disponer de él, como en la reserva del dominio. Es decir, sigue siendo propiedad de la financiera, porque el anterior dueño, que ya no está en la isla, no había terminado de pagarlo.
Si hasta hace poco, se trataba de un engaño puntual, esta transacción fraudulenta se está incrementando en la isla en las últimas semanas. Un dato significativo: La Gestoría Marrero García se ha encontrado con ocho casos en una sola semana y según su director, Orlando Martel, es el pan de cada día, intensificado por la crisis económica ya que muchas personas abandonan Lanzarote con deudas a sus espaldas.
Orlando Martel aconseja a los compradores de coches a particulares que "antes de abonar el vehículo se informen si debe o tiene alguna deuda pendiente o en su caso pidan el original de la carta de pagos de liquidación". "Lo que está ocurriendo es que la gente paga antes de informarse y cuando va a intentar recuperar su dinero el vendedor ha desaparecido y de nada te vale tener todo original y el coche cuando va a venir la financiera a retirártelo", explica el director.
La transacción del vehículo entre los particulares se suele realizar de forma normal. Incluso el contrato de compraventa en el que el vendedor firma tener todos los pagos al corriente llega a sellarse ante el Gobierno de Canarias pero, según explica Martel, como se trata de un contrato de buena fe, desde los organismos no se responsabilizan en investigar la situación real del coche.
En el caso descrito al inicio, el vendedor sólo había abonado dos letras del total del coste del vehículo. Cuando la gestoría localizó al vendedor, éste se encontraba en un país no comunitario, por lo que aunque su director recomienda denunciar reconoce que el procedimiento es demasiado costoso al encontrarse en un tercer país.