El Ayuntamiento de San Bartolomé ha otorgado la licencia para restaurar, acondicionar y cambiar el uso de la Casa Carrasco, que subraya que es “la puerta de entrada de La Geria”. El inmueble, ubicado en la calle Las Calderetas de La Florida y con un importante valor patrimonial, ha sufrido varias transformaciones y demoliciones, que se realizaron “de forma ilegal, fundamentalmente en el año 2005”, recuerda el Consistorio.
Actualmente, la casa pertenece a Bodegas Los Bermejos, que la restaurará y la destinará a “usos de producción vitícola”.
“Con esta obra se pone el valor el patrimonio inmueble con el que cuenta este municipio y se acentúa la cultura vitivinícola de la zona”, ha destacado el alcalde, Isidro Pérez, que explica que esta autorización “ha contado con un engorroso expediente hasta llegar a este punto en el que se le concede la licencia urbanística”.
Por su parte, la concejala de Urbanismo y Patrimonio, Marlene Romero, ha destacado que la licencia “cuenta con todos los informes favorables necesarios”. Además, recuerda que San Bartolomé “alberga bodegas señeras como El Grifo, Los Bermejos y La Florida”, y también da entrada a la ruta de bodegas por la carretera de La Geria, desde el Monumento al Campesino, que pronto acogerá la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote.
Breve descripción del inmueble “Casa Carrasco”
La Casa Carrasco es una vivienda de tipo solariego, compuesta por tres grandes unidades diferenciadas y separadas las unas de las otras mediante espacios abiertos a modo de patio. Estas tres unidades son la vivienda familiar, que se correspondería a la parte más noble; la parte dedicada a las estancias de las personas que trabajaban en la propiedad; y la parte trasera dedicada a la producción económica, que es la que ha sufrido importantes demoliciones ilegales y de la que se conserva la bodega y el lagar.
La entrada principal a la propiedad se realizaba mediante un portón de madera de doble hoja, con barrotes de madera verticales y cuarterones en el parte inferior, abriéndose a una explanada que conduce a la puerta de entrada. “El empedrado destaca de forma muy relevante debido a la naturaleza de los elementos que lo conforman”, destacan desde el Ayuntamiento.
El exterior de la casa contaba con todo un sistema hidráulico de cierta complejidad, compuesto por tres aljibes, abrevaderos y diferentes canales.
La parte empedrada coge casi todo el perímetro de la casa, con gran valor patrimonial, salvo la orientada al sureste, y la parte más al oeste de la propiedad se encuentra una era pavimentada con mortero de cal de gran valor.
“La fachada principal de la vivienda está conformada por una sucesión de huecos de dintel plano, rematadas con molduras de sección semicircular, un zócalo en relieve y una serie de esgrafiados. Asimismo, en la fachada norte de la vivienda y en los parámetros exteriores de la bodega, se observan las marcas de antiguas cenefas y esgrafiados en los sillares de las esquinas”, añade el Consistorio.