ACN Press
La Consejería de Infraestructuras, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias ha sacado a concurso la contratación de la segunda fase de las obras de mejora y ampliación del puerto de Órzola, en el municipio lanzaroteño de Haría.
La adjudicación se llevará a cabo a través de concurso, mediante procedimiento abierto. El importe máximo de licitación de las obras ha sido fijado en 9.028.587,14 euros y el plazo de ejecución de los trabajos será de tres años.
El Gobierno de Canarias ha ejecutado ya una primera fase de las obras, pero el fuerte oleaje que ha reinado en la zona en los últimos años han impedido que una parte del proyecto se haya podido llevar a cabo a través del mar como habían previsto los técnicos, al no darse las condiciones idóneas para ello.
En su política de máximo respeto al medio ambiente, la Consejería de Infraestructuras había sido especialmente estricta a la hora de planificar las obras de remodelación de este puerto para que el impacto sobre el medio natural de la zona fuera el menor posible. Este requisito complicaba de manera extraordinaria el procedimiento constructivo de las obras, ya que para no afectar al entorno se optó por ejecutar el dique de protección por medios marítimos, sin un acceso desde tierra. Operar con la maquinaria necesaria para ello requería un número mínimo de jornadas de buen tiempo, jornadas que de acuerdo con la estadística de años anteriores se producirían con un alto grado de probabilidad, pero que posiblemente por los cambios de tiempo experimentados en los últimos años no se produjeron, lo que no ha permitido el avance previsto.
No obstante, se ha conseguido realizar la prolongación del Muelle de Ribera y del Muelle Transversal, actuaciones que incluían un pequeño dragado del fondo para colocar la banqueta.
Acceso desde tierra
Las malas condiciones del mar en la zona han llevado al Área de Puertos a plantear una nueva alternativa de acceso que sirva de continuación del proyecto anterior y permita culminar los trabajos con garantía de éxito. Al tener que desestimar la vía marítima como modo de ejecución de las obras, se ha optado por habilitar un acceso desde tierra hasta el dique de protección, a través del cual pueda alcanzarse el arranque de la obra de abrigo, solución que ha sido consensuada con la Viceconsejería de Medio Ambiente. El acceso será temporal y se retirará cuando finalice la ejecución del abrigo.
Los materiales elegidos para conformar el camino son elementos de tamaño métrico, escollera de una a dos toneladas, coronados por una malla tipo gavión rellena de grava de machaqueo y una rodadura que permita el paso de las máquinas. Esta composición permitirá su retirada una vez cumplida su función de acceso, evitando además los vertidos esporádicos durante su servicio por el oleaje.
El acceso, de unos 8 metros de ancho y 395 de largo, comenzará en un vial existente en la urbanización del puerto y terminará en el inicio del dique.
26.000 pasajeros al año
El puerto de Órzola, situado al norte de la isla de Lanzarote, es el punto de conexión más favorable con la isla de La Graciosa, sin otras alternativas de viabilidad comparables. Este puerto es utilizado cada año por unos 26.000 pasajeros.
Actualmente se realizan en este puerto trasbordo de pasajeros, pesca artesanal y naútica de recreo. No obstante, las instalaciones presentan escaso nivel de abrigo, lo que obliga a las embarcaciones al fondeo. Por otro lado, los muelles para el desembarco de pasajeros y la descarga de la pesca son de escasa longitud y calado. La situación del puerto se ve agravada por la existencia de numerosos bajos rocosos en la trayectoria que siguen las embarcaciones y por la escasa protección de que dispone frente al oleaje.
Por otra parte, los barcos que se encuentran fondeados en el interior del puerto sufren situaciones de notable agitación en época de temporales debido a la escasa protección con que cuenta la dársena actual.
Actuaciones previstas
Esta complicada situación del puerto es lo que ha llevado a la Consejería de Infraestructuras a proceder a su remodelación para que los barcos que operen en sus instalaciones lo hagan en las adecuadas condiciones de seguridad tanto durante las operaciones de entrada y salida como durante el amarre y fondeo en la dársena interior. También contempla el proyecto el incremento de la longitud de la línea de atraque.
Con el objetivo de conseguir unas condiciones de acceso y fondeo seguras, el proyecto basa su diseño en la construcción de un dique exento para atenuar la energía del oleaje incidente, y en el dragado de un canal de acceso con un calado permanente suficiente. Además, incluye la prolongación en 25 metros del muelle-embarcadero, con objeto de aumentar las superficies de explanada y de la línea de atraque, permitiendo la estancia de barcos de mayor eslora que los que actualmente amarran en él, y consiguiendo una mejora de las condiciones de agitación en la dársena. Para proporcionar mayor longitud de atraque a las embarcaciones se ha prolongado en 25 metros el actual muelle de Ribera.
El proyecto contempla también el dragado del canal de acceso y de la zona próxima al muelle actual hasta conseguir un calado mínimo igual a 3 metros, en los 100 metros más al norte (zona de embocadura del canal), y un mínimo de 2,50 metros en el resto del dragado. La naturaleza del material del fondo es rocosa y el volumen total a dragar se estima en unos 13.000 metros cúbicos.
Por otra parte la prolongación del muelle Transversal mejorará las condiciones de atraque y embarque al aumentar la longitud efectiva de atraque para una embarcación adicional, e incrementar en más de un 40 por ciento la superficie de agua protegida disponible para el fondeo de embarcaciones ligeras en la dársena.
Con la prolongación del muelle de Ribera y del muelle-embarcadero se consigue una mayor superficie de agua abrigada, así como más longitud de amarre, y se incrementará la superficie de explanada existente para facilitar el acceso de personas.
El muelle-embarcadero Transversal ha sido prolongado en 20 metros, manteniendo su tipología y características geométricas, mediante un dique macizo de hormigón sumergido de 12,15 metros de ancho, con un revestimiento exterior de mampostería y protegido del rebase de las olas máximas con un muro-espaldón de un metro de alto.
También contempla el proyecto la instalación de los elementos auxiliares necesarios para el atraque y amarre de barcos en los muelles (bolardos, defensas y argollas) y el balizamiento de la zona no navegable del dique exterior, del canal de acceso y del muelle-embarcadero Transversal.
El balizamiento estará compuesto por una nueva torre en el extremo del muelle-embarcadero Transversal y dos espeques en cada extremo del dique de abrigo. El balizamiento del canal de acceso dragado se realizará por medio de cuatro espeques con señalización para su apreciación diurna y nocturna.
El dragado se realizará en una fase posterior a la ejecución del dique, en aguas abrigadas, con el doble objetivo de garantizar la seguridad de las embarcaciones y personal de obra y además minimizar la posible dispersión de los elementos susceptibles de ser movidos por el oleaje.