"Canarias tiene desde el año 1984 competencias para autorizar las obras e instalaciones de vertidos industriales y contaminantes en las aguas del litoral, así como la inspección de las mismas, y desde 1986 se ha incumplido la legislación sobre el censo de vertidos autorizados", según ha denunciado este miércoles en sede parlamentaria el diputado de Podemos, Manuel Marrero.
"Y desde mayo de 1991, el Gobierno de Canarias también incumple la directiva de la Unión Europea. Veintiocho años después, los mismos que lleva CC en el Gobierno, continuamos sin tener soluciones satisfactorias, motivo por el que la UE nos ha impuesto multas millonarias", ha afirmado Marrero.
El diputado de la formación morada ha pedido la comparecencia de la consejera de Política Territorial y Sostenibilidad, Nieves Lady Barreto, para "evidenciar y denunciar una vez más cómo las administraciones públicas canarias son absolutamente irrespetuosas con el ciclo del agua y cómo se propicia el despilfarro de este recurso escaso e imprescindible y se contribuye a la contaminación de nuestro litoral". "Según el censo, estamos tirando agua al mar por 394 conducciones, 49 de ellas son emisarios submarinos", ha espetado a la consejera.
Un bien "escaso" y "objeto de negocio y especulación"
Marrero ha insistido en no entender "por qué si los consumidores pagamos por la depuración, ésta no se lleva a cabo al 100%" o cómo es posible que el agua, "un bien tan escaso y tan caro, una vez depurada termine en el mar sin ser reutilizada". "En Canarias el agua es un bien escaso. Escaso y privado. Dos condiciones necesarias para que sea objeto de negocio y especulación", ha insistido.
El diputado de Podemos ha apuntado que las aguas residuales urbanas, "con agua muy cara procedente de galerías, pozos, balsas o desaladoras", significan el 57 por ciento de los vertidos al mar, y lo hacen a través de 224 puntos de vertido censados, pero "de ellas sólo se depura y regenera un 18 por ciento".
"Si el agua depurada no se reutiliza, es un timo"
En este sentido, Marrero ha hecho a las plataformas ciudadanas de Bocabarranco, en Gran Canaria, y de Los Silos-Isla Baja, en Tenerife, leyendo el manifiesto de ésta última, en el que se asegura que "desalar para tirar al mar es un desatino; nuestros ecosistemas litorales y marinos sufren las consecuencias de estas descargas, perturbando sus hábitats y afectando a la biodiversidad de este patrimonio natural".
"Es decir, que como dice esta plataforma, el agua depurada es agua reutilizable, si no, es un timo", ha afirmado Marrero, que por ello ha propuesto al Gobierno que "frente a métodos basados en altos costes de mantenimiento usando combustibles fósiles" para la depuración, "se utilicen biodigestores anaerobios y depuración con plantas"
"Estos sistemas presentan múltiples ventajas como su nulo coste energético, bajos costes de implantación, elevada autonomía de funcionamiento, ausencia de malos olores, alta calidad y posibilidad de reutilización de los productos generados", ha explicado el diputado de la formación morado.
Un total de 277 puntos de vertido no autorizados
Sin embargo, ha considerado que desde el Gobierno canario "no se ha pensado en ello ni apuestan por ello, porque no son grandes infraestructuras, no consumen energía eléctrica, no dependen, por tanto, del petróleo ni del gas con elevadas facturas de consumo, y, claro, no son negocio en sí mismas". "Han optado por las desaladoras en todas las islas, que consumen mucha energía y producen salmueras y lodos altamente salinizados a los que no se les ha encontrado la solución óptima", ha insistido.
Manuel Marrero también ha recordado que "el censo recoge que el 15% de vertido es agua salada procedente de piscinas y el 13% de los vertidos son salmuera y que el número de puntos de vertido no autorizados es de 277 (72%), repartidos al 50% en ambas provincias. "Y 69 de ellos vierten a zonas clasificadas como playa, es decir, donde nos bañamos. El panorama es desolador. ayuntamientos, cabildos y Gobierno de Canarias decidiendo que este asunto no es prioritario porque no da votos. Piensan que es solo porquería, por lo que ¿qué más da?", ha concluido.