Política

La ONG Esperanza y Vida Canarias, que ayuda a más de 700 ciudadanos en Arrecife, cerrará si no consigue un local

El presidente Miguel Ángel Gil asegura que solo necesita un local amplio para guardar las donaciones y que no cueste más de 500 euros

Los alimentos de la ONG Esperanza y Vida Canarias, que opera en Arrecife

El presidente de la Organización No Gubernamental (ONG) Esperanza y Vida Canarias,  Miguel Gil, anuncia el cierre de su fundación a partir del próximo 31 de julio si no consigue un nuevo local. Este proyecto da comida, ropa y calzados a más de 750 arrecifeños. "A pesar de todos nuestros esfuerzos por intentar continuar, la ONG se verá obligada a cerrar sus puertas al no recibir respuesta de las instituciones", comenzaba en un comunicado. "Le hemos escrito al presidente del Cabildo y al alcalde de Arrecife y nos han dejado en leído", se lamenta. 

Miguel Gil trabaja como operario de mantenimiento en un hotel de Yaiza, en su tiempo libre, durante las mañanas, y con su salario. ofrece ayuda a sus vecinos de arrecife. En este caso, solo pide un local en la capital, aunque tenga que pagar un alquiler, para poder seguir ayudando. Como los pagos los realiza desde su sueldo no puede permitirse hacer frente a más de 500 euros.

Desde hace cuatro años esta fundación viene ofreciendo ayuda a los arrecifeños. Desde hace ocho años Miguel Gil ya ofrecía ropa y calzado a las familias y personas que lo necesitaran, pero a raíz del año 2019 fue cuando se sumó también al reparto de comida. En los tiempos más duros de la pandemia por coronavirusEsperanza y Vida Canarias continuó ofreciendo servicio. "Mucha gente se vio necesitada en toda la isla", recuerda el presidente de la ONG.

"Durante estos años de pandemia, hemos estado a lado del pueblo, ayudando y llevando alimentos a todas partes de la isla, tanto en alimentos, ropa, calzado y juguetes, hemos luchado sin parar, día tras día. Hemos gastado más 35.000 euros de nuestro bolsillo. Gastado con corazón. Sin pedir nada a cambio", asegura a La Voz.

Con motivo de este cierre inminente si no aparece un local que pueda alquilar por menos de 500 euros, agradece a todos los voluntarios y empresas que "pusieron un granito de arena" para estar al lado del pueblo, ayudando y llevando alimentos a todas partes de la isla. 

La comida que reparten a la ciudadanía viene del Aldi, Dinosol y del Banco de Alimentos. Sin embargo no cuentan con ninguna ayuda pública.

Para cumplir Miguel Ángel Gil ha querido "agradecer especialmente a mi mujer, por su sacrificio y entrega en estos años. A pesar de su duro trabajo".

Al concluir resalta que "esta etapa de mi vida llega a su fin, a no disponer de espacio, lugar o local, solo queda agradecer al Banco de Alimentos de Arrecife, a la Fundación Hiperdino y Aldi, por la ayudas que nos brindo en todo momento. Agradecer a todas las personas, que nos ayudaron tanto en ropa, calzado o juguetes, hemos trabajo por nuestra tierra y nuestra gente como nadie. Solo me queda decir, gracias, gracias y gracias por todo".